lunes, 24 de junio de 2024

ECLECTICISMOS

 

Camacho viene a advertir, con otras palabras, que las guerras culturales las carga el diablo. Insiste además en que en España el gobierno se gana en el centro porque la sociedad española es básicamente ecléctica. Lo es la derecha social y la izquierda social pero  esta menos y de otra manera. Con mayor o menor eclecticismo para nada eso afecta a su probada fidelidad electoral. Debiera preguntarse por esta anomalía.


Una hipótesis: el electorado de izquierda es creyente doctrinal, aunque sólo sea practicante una minoría. Pero a la hora de votar cumple o, como mucho, se abstiene. Su eclecticismo se dirige fundamentalmente a justificar las desviaciones del dogma (etapa felipista) o las desviaciones éticas y anticonstitucionales (etapa sanchista). Su pragmatismo no cuestiona que el socialismo garantiza el bienestar social y el confort personal.


El eclecticismo derechista, o si se quiere derechista centrista, es quizás parte esencial de su identidad, es fundamentalmente pragmatismo económico administrativo, se conforma con que la vida no se gripe y que la ley y el orden no colapsen. Un eclecticismo de mínimos pero constante y enterizo.


Tal vez el Sr. Camacho crea que tal es el eclecticismo socialmente predominante, o en su caso que tal debiera ser. Es decir que, más allá de las proclamas y las retóricas, nos comportamos como europeos "normales" o tendemos a hacerlo. En realidad somos como todos, salvo que aquí hay revanchismo (guerracivilismo de bando) y separatismo en boga. Ambos para nada epidérmicos. Esto altera las dosis.


Quizás en Europa la guerra cultural sea insignificante, aquí no es moco de pavo. Si no lo fuera la izquierda no hubiera hecho de la misma su bandera y hasta razón de ser. Viene a decir Camacho: la guerra cultural la tenemos perdida, pero si la dejamos estar podemos ganar. La gente también de izquierdas acabará preocupándose por "las cosas"(Ortega dixit), porque es ley de vida. Pero en la vida cuentan y mucho las quimeras y las ganas de dejarse engañar.


En realidad sólo se presentó una ocasión para comprobar la inclinación pragmática del socialista moderado, la aventura y desventura de Ciudadanos. Pudiera ser que una parte de la población lo identificara con socialismo moderado y así estuviera en condiciones de rascar al PSOE por el centro. Lo cierto es que la masa socialista lo denostó con la excusa de que era liberal y por tanto de de derechas, pero en realidad lo hizo porque estaba fuera de la obediencia sanchista debida. Es decir fuera de la familia socialista, que en el fondo es lo que cuenta.


Nunca se sabrá hasta donde hubiera llegado Cs sin renegar de Cataluña, pero al PP siempre se le tendrá por "derechista" y "antisocialista", por mucho que cante la parrala. Es lo más probable que la masa electoral socialista o semisocialista susceptible de haber votado a Cs, vaya a la abstención o a Sanchez con la nariz tapada. Nunca a la derecha. El PP recuperó a los más centristas. ¿Debe el PP tratar de ganar a los "socialistas centristas"por encima de todo? ¿Es esta la única posibilidad para dar la vuelta a la tortilla?.


Camacho da por supuesto que si el PP guerrea culturalmente el desastre es seguro. ¿Pero que es guerrear culturalmente ahora y aquí, no en Argentina? Hay que conceder que de partida"el tablero está inclinado". Pero ahora la guerra no está en las alturas olímpicas sino en el barro más fangoso. La guerra cultural de verdad está aquí y ahora entre democracia y totalitarismo. Sólo desde ese horizonte se puede evaluar el sentido de la disputa entre liberalismo y socialismo.


¿Debe tratar de convencerse a toda la población sin distinción de que Sanchez actúa con un proyecto totalitario y se dirige a realizarlo paso a paso? ¿de hacerlo se ofendería al socialismo "moderado" y a muchos centristas? ¿cabe una solución ecléctica entre la Constitución y el Chavismo? ¿de unirse las derechas Sanchez acapararía todo el Centro? ¿bajaría Sanchez el pistón y hasta se desarmaría, si, por el contrario, el PP demostrara "concordia" y "ganas de pactar"?


Razón tiene Camacho al dar a entender que la gente centrista no entendería que el ileberalismo sanchista es fruto del dogmatismo socialista, pues , cierto es, el sanchismo entre otras cosas se apropia del pedigrí socialdemócrata con el que la mayoría de la sociedad reconoce el Estado del bienestar. Pero no es menos cierto que dejar por cierto que el socialismo sólo puede ser democrático y que sólo el socialismo trae bienestar y justicia social, convalida a Sanchez de demócrata in pectore por ser socialista. Así no es fácil convencer a nadie de ese centro sinuoso de la deriva antidemocrática en la que estamos. ¿O tal vez quienes debieran convencer al personal de ello no están tan convencidos? ¿o creen que no es para tanto?

sábado, 22 de junio de 2024

HA TENIDO QUE VENIR MILEI

Ha tenido que venir Milei. En todos estos años de democracia no ha existido una critica por parte de la clase política de la IDEA de socialismo, ni mucho menos advertencia de su toxicidad. A lo sumo censuras al socialismo "de boquilla", a las malas prácticas que contradirían la doctrina, llamadas de atención a la conducta poco edificante del PARTIDO socialista, o el eufemismo "ni rojos, ni azules"etc.


Sólo la excepción del atrevido lema de Ayuso: "Comunismo o libertad", dirigido contra Pablenin y de paso contra el sustrato comunista podemita del socialismo, en línea con ciertos amagos de su antecesora. Es una situación análoga al siglo XVII. Nadie imaginaba renegar del catolicismo. Ahora enaltecer el liberalismo frente al socialismo equivale a lo que significaba defender el protestantismo contra el catolicismo por entonces.


Actualmente el liberalismo es cosa de dignas y eminentes personalidades. Pero su ámbito no irradia más allá de los cenáculos. Algunos liberales se confiesan tales, otros lo son en privado, otros lo son sin saberlo. El Felipismo/guerrismo lo ridiculizó primero, por ser la cueva de Alí Baba de los ricos, así se construyó el mito del "neoliberalismo". Sin comerlo ni beberlo, en bastiones colectivistas de la Andalucía profunda se llegaron a hacer referendums contra dicho monstruo. Ahora el sanchismo lo condena por "franquista y ultraderechista". Ya está todo dicho y "sabido", como para darle vueltas.


Pasado el encanto de la transición, la derecha se ha ido avergonzando de sí misma, no sea que fuera "neoliberal" o franquista o las dos cosas a la vez. Da la impresión que no hay claridad sobre el significado de las ideas. La derecha sociológica sobrevive sólo con la intuición de lo que no quiere. Paradójicamente la adaptación conformista de la sociedad española, en su conjunto, al franquismo dejó a la derecha sin ideas. Su desconexión de la evolución ideológica liberal de Europa es patética. El vacío ideológico lo ocupó el doctrinarismo izquierdista. La derecha se acomodó y confundió lo más elemental: que la democracia constitucional es un molde, un terreno de juego, pero no una doctrina de partido, salvo que, como es el caso actual, se pretenda derrocarla. Olvidó, antes de darse cuenta, que cada partido debe jugar con su ideario o doctrina por delante, distinguiendo y conectando esta con sus proyectos y medidas.


La izquierda parte con gran ventaja, igual que los nacionalistas, cada cual a lo suyo pues lo tienen claro. Si se da por evidente y es de ortodoxia social, que la doctrina socialista es intrínsecamente buena, tanto como es evidente que la tierra rota sobre su eje, no se puede convencer a una parte de la población, que además de sufrirlo lo vota, para que al menos tenga dudas. No se podrá disuadir de que sus daños sólo son desviaciones o errores humanos y no consecuencias fatales y seguirá fiel hasta la muerte porque no hay ninguna otra verdad posible.


Esa es la ley no escrita de la democracia española, tan poderosa o más que nuestras leyes escritas.


La derecha lo apuesta todo a aprovechar las contradicciones de la izquierda entre su doctrina y su práctica. Aunque la izquierda, es decir el doctrinarismo socialista, tuviera razón en parte, se le concede que doctrinalmente la tiene en todo. El problema no es ideológico o cultural en abstracto, sino de su influencia en la carencia de energía civil, para una sociedad civil trufada y coja, que sólo puede andar hacia atrás con la sóla pierna izquierda.


Lo único semejante a lo que sea una sociedad civil en sociedades abiertas es lo debido a la influencia izquierdista, red clientelar incluida, sin vestigios de influencia liberal o simplemente conservadora o incluso, ya ahora, tímidamente socialdemócrata. Parece un milagro que la derecha sociológica aguante tanto. Pero igual no es tan milagroso, pues se ha acostumbrado a sobrevivir apolíticamente, como sus representantes políticos y tiene por bueno que no pasen desastres mayores.


Cierto que las raíces pobristas, colectivistas y anarquistas del pueblo español son muy profundas y para nada flor de un día, ni fruto de una idea caída del cielo o venida del infierno. Paradójicamente esta raigambre no se entiende sin la herencia enrevesada pero efectiva de la tradición católica, espontáneamente expurgada la doctrina, la religión y acorralada la Iglesia, en pro de una especie de mesianismo laico siempre irredento. Que de esa pelea por la herencia viene el encono identitario contra la Iglesia y "los curas". 

 

Tan cierto como que el liberalismo, y compañías poco recomendables, se incubó bajo la gallina clueca del Estado y de la Iglesia en la construcción decimonónica del Estado nacional y ha seguido en sus trece hasta el presente. Demasiada rémora y dolor de cabeza; lo más fácil es no tener nada claro, si aparentemente con eso basta para sobrevivir.


viernes, 14 de junio de 2024

EL PAQUETE HABILITANTE

 

Creo que la amenaza in extremis de sacar el "paquete habilitante" obedece a motivos muchos más graves que la salvación familiar, como quiere creerse la oposición. Rufián marcó el paso y conminó a Sanchez. Ese "Paquete" es condición necesaria, aunque no suficiente, para renovar el Procés y conducirlo a su destino final. Sanchez y la renovación del Procés dependen uno de otro. 

La coincidencia con el escándalo familiar significa para Sanchez la posibilidad de matar dos pájaros de un tiro. Hasta ahora Sanchez podía tener sus reservas para dar pasos firmes en la farsa destituyente. Las elecciones han servido para constatar que los suyos tragarán con todo y con eso basta y sobra, por eso no le puede temblar el pulso. Haría bien la oposición en concentrarse en dar cuenta de la dimensión del drama. La Familia es un pedrusco del muro pero no todo el muro.

martes, 11 de junio de 2024

COLLAGE POSELECTORAL

 

Los agraciados por la amnistía enseñan las garras bien "reafiladas" en agradecimiento: SI NO HAY REFERENDUM NO HAY LEGISLATURA. Al Cabeza de la Familia socialista y propia, que es lo mismo, sólo le quedaría una patada a seguir, un dos por tres: dos referendums de separación y otro de republicanización caribeña. Sólo sería posible si los compadres del pobre Illa comprenden que el referendum republicano sanchista ha de ir el primero. ¿Merece confianza a los separatistas éste fenómeno  a quien España le importa un comino pero el Poder más que sí mismo?


TEZANOS cumple sobradamente su cometido modélico: ser ejemplo para la grey sanchista de que se puede alardear por la pasarela política con privación de vergüenza,  de honor y sin remordimiento alguno, con la cabeza bien alta y con grandes esperanzas.


Por la proverbial prudencia silente de la esposa del Presidente nos estamos perdiendo otra EVITA PERÓN, una pena. Nos tenemos que conformar con el desparpajo de Marisú y la pendencia de Puente, pero no es lo mismo. ¿O se guarda la señora recomendadora para cuando el caos sea total?


En esta campaña Su Sanchidad se ha acreditado en consumado émulo del sargento disciplinario de "La chaqueta metálica" atronando a su tropa para el combate. Eso sí, empieza sus mítines contrito, como si el mitin fuese un confesionario; súbitamente desata Jupiter tonante todas las iras del mundo. Las ondas y las pantallas se llenan entonces de mamporros verborreicos y aclamaciones báquicas. Despierto el progenitor el fantasma de Puigdemont sigue ahí. Es de esperar que mientras se despeja las legañas y toma tierra, calle el griterío cuartelero. Luego puede llegar el verdadero temporal, eso que no se quiere imaginar.


¿Entramos en la fase en la que el demagogo ha de jugar con la vergüenza que sus seguidores pueden tener? Como es notorio una de las ventajas del demagogo es la resistencia de su grey a abandonarlo por la vergüenza de ser tan gilipollas una vez que se saben engañados ante la extenuación.


sábado, 8 de junio de 2024

¡LA FAMILIA!

 

¡La Familia! ¡Todo por la Familia! La Familia con mayúsculas. La familia "Socialista" claro. De disimulada a destapada. Para orgullo de quien habita en el Piso de Arriba y España es el sótano de la servidumbre, y la historia de España el baúl de la ropa vieja.


Esa misma España que todavía para A. Guerra era eso "que no la iba a conocer ni la madre que la parió", esa España benéfica por ser la copia privilegiada del PSOE, o al revés que tanto monta. Una España para el PSOE y un PSOE para España, es lo mismo. Una España que acabaría agradecida al sacrificio socialista. A lo PRI, por señalar.


Luego, esa nación para la que sólo vale eso de que la nación es "un concepto discutido y discutible". ZP dixit cuando notó que no se atendían los desvelos socialistas como se merecen. "Concepto" porque las casas empiezan por las Ideas, para revisión afortunada de Marx, según ha demostrado el tiempo sin pararse en ñoñerías fachosas.


Ahora esa España, con perdón quería decir "Familia", hará grande Europa y de paso al mundo. Faro del Tercer mundo mundial. Que para eso vino Don Quijote.


Y los que no se avergüenzan por su fe en la cordura universal no dan crédito atónitos ante los peores augurios, porque las corrientes de opinión debieran regirse por la racionalidad, el civismo y la mínima lealtad institucional, cualquiera que fuera la simpatía partidista; y la gente debería elegir esforzada en el conocimiento de su verdadero interés. Porque ya la maldición de la raza había pasado a los recuerdos de la historia. Porque ya estábamos todos reconciliados.


Pero Sanchez no es sólo un brujo encantador. Ni un marciano, ni sólo un meteorito sediento de poder, que lo tiene de sobra. Es el Mesías de quienes hasta llegar no sabían que por encima de todo querían un Mesías y queriendo su querer sin saberlo, andaban en la zozobra a palos y alternativas de ciego. Mesías que no ha debido necesitar estudiar Maquiavelo, Goebbels o las sutilezas de Orwell para saber con lo que hay que contar. Privilegio del ADN socialista hispano, largo caballerista por más señas.


Sanchez, el que sabía lo que querían y necesitaban, ha venido para dárselo. Sanchez el Mesías y ZP y Pablenin los bautistas. ¿Y qué Buena Nueva traen? Nada en especial, nada tangible en términos estadísticos, sólo ajustar las cuentas con la historia. Es lo que quieren los del piso de arriba, la Gran Familia, mientras rumia la historia.

martes, 4 de junio de 2024

LA FE DEL "CHARNEGO"

 

        J. Pujol se columpió cuando pronosticó que los "emigrantes", andaluces, murcianos y demás ralea española, con su raza "degenerada" a cuestas, iban a corromper el nacionalismo catalán y de paso Cataluña. Seguramente manifestaba un temor que tenía su razón de ser,  según la cosmovisión racista nacionalista,al margen de su nauseabunda calumnia contra quienes iban a enriquecer Cataluña. 

        Pero si, para suerte de Pujol, pasó todo lo contrario, la hornada "emigrante" reforzó a la larga el poder nacionalista incluso hasta servirle de coartada, su misiva no podía imaginar lo que tenía de estigma de quienes buscaban en Cataluña una vida mejor, por las condiciones que precisamente había propiciado el franquismo con el beneplácito y beneficio de los mentores de Pujol. Gran parte de la historia de Cataluña desde entonces hasta nuestros días se explica por el intento de los "otros catalanes" de librarse del estigma en lugar de combatirlo.


        Las razones de ello son sin duda complejas, culturales, históricas y políticas, y nunca debieran ser omitidas. El hecho es que la obsesión del ,denominado con escarnio, "Charnego" ha sido conseguir su integración moral en la Cataluña nacionalista. Digo moral y no tanto social, ni siquiera convivencial. La obsesión de ser tan catalán como el que más, a partir de que quien marca el nivel de la catalanidad es el "catalán de toda la vida", el nacionalista de pro, sea lo separatista que sea.


        De esta profunda obsesión y de este equívoco funesto que otorgaba a los más cínicos la autoridad moral, surgió la fe inquebrantable del "otro catalán" en su futuro. Es la fe de que llegará la bendición moral, de comportarse correctamente y de hacerse valer colectivamente. En este sentido su representación política natural, el socialismo mutado en socialismo nacionalista entre vergonzante y sincero, no significaba tanto una alternativa política sino un cauce de inserción social moral. El cauce por el que la colectividad "intrusa" sería admitida en la catalanidad sin suspicacias.


        Entiéndase, no se esperaba del PSC el ascenso personal típico del reformismo socialdemócrata, lo que haya de esto es anecdótico, sino colectivo. Esto en coherencia con la mentalidad del adepto socialista o de izquierdas en general, para quien su mejora y ascenso social sólo puede venir de la mejora colectiva y como parte de ella. Pero en este caso se trata, como se ha indicado, de una elevación moral e incluso cultural.


        La coincidencia en los dos grandes granjas separatistas, del País Vasco y Cataluña de que la derecha y las clases tradicionalmente burguesas es nacionalista, descargaba en los "otros catalanes", en nuestro caso, la responsabilidad de la defensa de la españolidad de Cataluña. Precisamente de quienes tenían adscripción socialista u obrerista en general. Para que esta defensa quedase subordinada primero y postergada después a la liberación del estigma, no fue ajena la progresiva asunción de las élites "progresistas" hispanas y de las más políticamente comprometidas catalanas, en esto el caso del socialismo vasco fue hasta ZP diferente, de los dogmas nacionalistas y hasta separatistas sobre la naturaleza de España.


        Mientras prendió paulatinamente la identificación de España con un Estado plurinacional, sin verdadera consistencia nacional dadas sus "negras" raíces históricas, la fe charnega se fortaleció con la ficción de que los burgueses separatistas sólo buscaban "la pela" y los privilegios. Es decir que braveaban de independentismo por oportunismo sin querer de verdad la independencia. Este diagnóstico tenía un efecto tranquilizador y no menos oportunista. Hasta los logros de la picaresca nacionalista en "Madrit" podían beneficiar a la corta o a la larga a todos los catalanes. Evidentemente la solidaridad de las clases trabajadoras del Estát quedaba en el limbo, pero de forma no menos inopinada el socialismo triunfante "estatal" ofreció una salida exculpatoria para quien todavía padeciera algo de mala conciencia proletaria "internacionalista".


        El socialismo "estatal" ya desde Gonzalez estaba no menos obsesionado en librarse del estigma de centralista y sobre todo a España entera, por mucho que el sistema autonómico estaba admitido con normalidad general y funcionase razonablemente, sin entrar en detalles. Maragall y ZP se aventuraron en este punto a dar el salto mortal. De un sólo golpe Maragall trató de satisfacer su vocación nacionalista y la de llevar a los "otros catalane" al altar de la catalanidad. ZP la tomó por el lado del beneficio que reportaba al socialismo, para enviar cualquier alternativa a su derecha ad calendas graecas, el pacto estratégico inquebrantable con todos los nacionalismos posibles. El "charnego" podía de esta forma llegar a ver recompensar la fe en su catalanización, en connivencia con la sana comprensión de los pueblos del Estado.


        Sólo cuando la independencia iba en serio vino una reacción espasmódica en favor de C,s, mitad realista y mitad escéptica. "Ahora quieren la independencia, ¿pero no los ha provocado el PP empeñado en echar abajo el Statut que zanjaba tantos malos entendidos?" venía a decirse.


        El fatal derrumbe de C,s se debe en gran medida a sus desatinos en los que no hay que insistir. ¿Pero no es revelador de la fuerza de la corriente de fondo de incredulidad de las verdaderas intenciones de los separatistas? La relativamente importante subida de Illa recogiendo la orfandad de los súbitamente desamparados "tabernarios" ¿no revela lo poderosa que es la fe en los poderes balsámicos del socialismo para entenderse con los nacionalistas y compartir con estos el misterio de la catalanidad?


        El misterio de la catalanidad se ha tornado el misterio de Illa. Por debajo de las triquiñuelas y bajezas que esperan a la formación de un nuevo gobierno, no se me ocurre otro que no esté presidido por Illa, o a la convocatoria de nuevas elecciones, bastante probable, anda el Miura del "acuerdo definitivo" que en idea de Su sanchidad y los separatistas debiera "zanjar la cuestión catalana" una vez el Trágala de la amnistía. Con Illa o con nuevas elecciones el Trágala definitivo no puede retardarse sine die.


        ¿Está condenado el "buen charnego" a hacer de convidado de piedra? ¿se puede ilusionar con que Sanchez por fin lo doctore en catalanidad? ¿tendrá por muestra definitiva de catalanidad alinearse con un "referéndum pactado" que, cualesquiera que fuera su resultado y su ámbito de pronunciamiento, significaría tener que pedir cita para solicitar la doble nacionalidad siempre que lo consienta la generosidad de la casta separatista?


        Lo que de verdad importa ¿tienen claro si está en juego la supervivencia de España y si tienen algo que decir o si lo que está en juego es la admisión confortable en la catalanidad?


        No mucha duda puede haber de que, demostrada la propensión socialista a podemizarse y ajustar cuentas con la historia, serán estos socios "estatales y republicanos" no sólo comprensivos, sino también cómplices, de la empresa anticonstitucional sanchista de acabar con la soberanía nacional.









sábado, 1 de junio de 2024

PULCHRA LAVERNA

 

La puesta en sociedad de la Amnistía ha demostrado, por si había dudas, que media España tiene un estómago de acero a prueba de las más horrendas infamias. Pero no debía sorprender habida cuenta de que nuestros ancestros romanos, dados a venerar y divinizar todos los aspectos de la vida, sin hacer asco alguno, tenían por diosa a Pulchra Laverna, diosa de las mentiras y las ganancias sean lícitas o ilícitas, de quien transmitía Horacio esta advocación (sin ironía):


"da mihi fallere, da iusto sanctoque videri, noctem peccatis et fraudibus obice nubem."

<"déjame engañar, déjame parecer justo y santo, tape la nube nocturna con pecados y fraudes" >


Posdata. Solo consuela que tantas tragaderas se deban a la inocencia con la que se goza la vida, vaya esta a donde vaya:

 "tenga yo vacaciones y hagan los míos lo que quieran si pueden"