domingo, 31 de marzo de 2019

DEL MITO ANTIFRANQUISTA


En buena medida el electorado convencional de la derecha y la izquierda coinciden, cada uno para sí, en considerarse demócratas y ser adictos a la Constitución. Pero mientras que para el electorado de la izquierda el electorado de derechas sufre de un franquismo vergonzante; para el electorado de derechas sus compatriotas de derechas son demócratas que tienen una opción equivocada. Esta asimetría valorativa no deja de tener consecuencias en los detalles de la vida pública..

Creo que el hecho crucial de la campaña electoral es que la fidelidad de la izquierda no se ve afectada por las concesiones al separatismo, mientras que por el contrario la irrupción de Vox moviliza en favor del PSOE a un electorado que se desangraba. Se dirá que le preocupa más la “ultraderecha” que la unidad de España. Pero conviene matizarlo en el sentido de que cree que el franquismo es un peligro real y que la independencia catalana y demás supone apenas un peligro “fantasmagórico”.

Por muy delirante que sea esta visión, el electorado de izquierda se atrinchera en su postrera tradición cultural. La resistencia a ver en peligro la unidad de España y el estremecimiento que produce VOX no revela más que lo profundo y definitorio que es el mito franquista/antifranquista en la construcción de la identidad de la izquierda. Mito franquista en cuanto que sigue perviviendo el franquismo en las profundidades de la democracia y antifranquista en cuanto que el primer deber democrático es combatir el franquismo. Me referiré no obstante, para simplificar esta dualidad, al mito antifranquista.

Por supuesto la esencia del mito del antifranquismo es que media España, la España de “los poderosos y oligarcas” es franquista o propende a serlo y ahora anda al acecho. Por supuesto no se va tanto contra Franco ¿que puede significar ir contra lo que había quedado postergado del espacio cívico y contra lo que se había construido y ASENTADO la democracia?. Se va contra esa España sospechosa de impostura democrática por mucho que haya probado su espíritu democrático después de tantos años.

Tal mito ha prosperado como explotación prioritaria cuanto más ha paralizado ideológicamente a la derecha y no menos ha tapado la incapacidad social/comunista/populista de ofrecer proyectos razonables para la marcha de las cosas. Aún latente su beneficio y rentabilidad ha sido incuestionable, seguramente por encima de lo esperado, pero la urgencia y la ocasión (el peligro de desangramiento y la irrupción de VOX) ha obligado y permitido darle todo el carrete electoral, para apuntalar el mapa mental de la izquierda, por muy serio que sea el peligro para la estabilidad constitucional.

Por desgracia este mapa mental apenas se ha modificado desde su origen y sólo se ha adaptado a las circunstancias mientras parecía dormido. Ahora se lo extrae del desván. Es un mapa cuya frontera separa a los demócratas de los fachas, y en el que la región de los demócratas son las izquierdas y los nacionalistas, mientras la región de los fachas son “las derechas” de todo tipo y condición. Lo novedoso es que estamos en un punto de inflexión en que el constitucionalismo se ha tornado una calificación molesta y carece de ubicación definida dentro de ese mapa.

La predisposición a confundir la componenda con el separatismo con un sacrifio de diálogo fructífero que aleja la independencia, concluye la explotación de dos falacias de notable predicamento: la de que los nacionalistas, pese a todo, están en el lado de la democracia y la de que lo que verdaderamente fomenta el separatismo son “los separadores” de la derecha.. Por supuesto bajo el horizonte mental de que la defensa política de España es una coartada de las derechas para defender sus privilegios y atizar presuntas ansias de retroceder al franquismo.

La habilidad del equipo sanchista de mover estas piezas y de asentar este terreno de juego, “fidelizando” a los suyos, está haciendo el resto. El único problema es que no puede pararse y crear una situación de estabilidad dentro del régimen presente. Pero con esto también cuenta y no parece que se arredre.

viernes, 29 de marzo de 2019

BAUTISTA BIS


Me parece que la explicación de que Iceta, al confesar el propósito de Sanchez, pretendía arañar votos de los separatistas en Cataluña, como si fuera a su bola y al margen de que esto pudiera perjudicar la campaña de Sanchez, no se sostiene. Porque Iceta como político puro de los pocos que tenemos, lo que tal vez injustamente entendemos por maquiavélico, y además sumamente diestro, es el primero que sabe que su futuro está ligado indisolublemente a Sanchez. Al menos hasta que proclamada la independencia se dedique a su sueño de ser el líder del socialismo nacional catalán.

Por su parte Sanchez es un bruto, en el plano político, pero tiene muy claro lo que quiere y sobre todo tiene claro que la mejor forma de conseguirla puede ser a lo bruto. Como las lumbreras analíticas lo han pretendido ningunear y reducir a un mero ambicioso sin escrúpulos al que le importa lo mismo Juana que su hermana, nadie se toma en serio su entrega vocacional a un cambio de régimen.

En este sentido el problema ni es Sanchez ni Iceta sino el de quienes se los toman a broma o como una molestia pasajera llamada a desaparecer por sus propias contradicciones. Creo que Iceta al proclamar el esbozo de lo que se trama en bambalinas, sino está tramado,busca tranquilizar a sus socios separatistas ante los devaneos anecdóticos propios de la campaña electora. Por ejemplo los alardes seudopatrióticos de Sanchez, las histerias de Borrell, que no se tiene de los nervios y no sabe donde está, o las mañas “centristas” de Abalos, etc. Hacerlo público es un mensaje inequívoco a sus socios predilectos de que el referéndum autodeterminista se va a abordar en serio con Sanchez presidente, parte claro está el indulto, la reforma del estatuto y otras minucias.

jueves, 28 de marzo de 2019

SOBRE LAS CONFIDENCIAS DE UN BAUTISTA


En realidad el contenido de la última “confidencia” de Iceta no puede sorprender, con una fórmula o con otra en eso está desde casi siempre. ¿Pero qué sentido tiene hacerla poniendo al descubierto la componenda socialista con el separatismo, cuando la campaña socialista se basa en extraer el tema catalán de la agenda electoral? Como cualquiera sabe esta iluminaria del socialismo no habla a humo de pajas y muestra siempre cual es la meta “de la izquierda”, no sólo cual debe ser. A modo del Bautista (con perdón) y siempre con sentido de la oportunidad. Todo apunta a que se trata de un mensaje o una prenda en garantía a sus socios separatistas de que la componenda va en serio y que la próxima legislatura va acabar en “buen puerto”. Si arrostra el peligro de que Sanchez quede en evidencia es que los separatistas lo están apretando de forma agobiante….O tal vez las encuestas se les hayan subido a la cabeza, incluso a la mente más maquiavélica de la izquierda. O tal vez