jueves, 28 de enero de 2016

LA FE DEL CADÁVER


La fe más traicionera es la que se tiene por el cadáver de uno mismo. Es la del muerto que se debe creer que está enterrando a los demás. Esta es la fe de Don Mariano.
La propuesta inicial, a lo que parece, de Felipe Gonzalez de un acuerdo a tres bandas con la abstención del PSOE para un gobierno PP/ C,s ya estaba muerta antes de este último escándalo de corrupción. Ahora ya suena indecente sugerirlo. Gonzalez improvisa la única alternativa posible al gobierno de los Picapiedra, un Gobierno PSOE/ Cs con abstención del PP . 
Por su parte Mariano ya era desde el momento de acabar las elecciones un obstáculo insalvable para cualquier solución.
Parece imposible que hasta Don Mariano y los más fieles no comprendan que no tienen nada que esperar, incluso si fuéramos a nuevas elecciones, que parece ser lo que pretenden. Con este panorama si hubiera nuevas elecciones y se presentara Don Mariano sería el momento de Rivera. Sin duda que no caerá esta breva.
¿Tiene sentido que Don Mariano prorrogue esta agonía?. Un mal jugador de ajedrez se revela cuando ya tiene una posición irremisiblemente perdedora y continua por ignorancia o por desprecio al contrario, que es la ignorancia supina.
Al menos si se retirara existiría la posibilidad de intentar enderezar el entuerto y ofrecer un agarradero a quienes en las filas socialistas rechazan el pacto con Podemos.
Porque está claro que el PSOE de ninguna forma va a admitir unas nuevas elecciones y ,si no hay otra alternativa de gobierno que pueda satisfacerles, se irá con Podemos.
¿Está dispuesto a morir Don Mariano con “la razón” puesta?

EL LOBO DE PEDRO



Me extraña que Pablemos vaya de farol y sólo pretenda forzar unas nuevas elecciones. ¿Por qué, sino para asustar a Pedro, el Gobierno está sacando a la desesperada de sus cajones los negocios del susodicho? ¿No le está viendo Don Mariano las orejas al lobo que ha alimentado en las ubres de la Cuarta, la Sexta y no sé cuantas más? Y hace falta ceguera cuando, desde ni se sabe, cuando no tenían en el morro más que colmillos y ojos sanguinolentos.
Pablo, el lobo de Pedro, porque lo acompaña y se lo quiere comer, ha podido pasarse en la escenificación, pero cuenta que Pedro está a sus pies y sólo le queda o pactar un gobierno al precio que Pablo le ponga, aunque al negociar “rebaje” el precio, o ir a nuevas elecciones siendo él quien rechaza formar gobierno. Pues no se olvide que ambos, de ir a nuevas elecciones, tienen que responsabilizar al otro de no haber formado el “gobierno del cambio”. Y Pablo cuenta con que puede serle tan ventajoso un gobierno a su medida, que unas nuevas elecciones. Por eso es lógico que empiece por lo primero a ver si resulta.
Creo que las vueltas y revueltas con el derecho de autodeterminación y el referendum son un señuelo para que Pedro pueda justificar, una vez que en la negociación lo aparquen, el pacto sin pasar “las líneas rojas”.
Creo también que el energumenismo escénico del Coletas y cía. es un mensaje a los suyos y a Pedro para dejar claro quien manda aquí y sobre todo quién va a mandar. Seguramente debiera haber presentado su mensaje de forma más delicada y sutil, para no humillar directamente a quien no se atreve a querer lo que quiere, pero ya es pedirle demasiado, que las margaritas no son … para los lobos. Así que Pedro a lo suyo, que de llegar a Presidente “¿quién me va desalojar?”

viernes, 22 de enero de 2016

TODOS A RÉGIMEN CON PEDRO Y PABLO


Consumado a lo que parece, el acuerdo de Pedro y Pablo y todas la mareas, España va a ser por fin el laboratorio de un doble experimento complementario: el injerto del totalitarismo en un país occidental desarrollado y en buena medida, comparado con el resto del mundo, opulento, así como democrático; la fragmentación nacional. Inopinadamente la formación de un gobierno para la independencia en Cataluña despejó el camino al quedar sin efecto a corto plazo el banderín de enganche del referéndum postulado por la Sra. Colau, condición por la que no podía pasar Pedro. Los separatistas socios de Podemos pueden por su parte esperar, si tienen un mínimo de sentido de su interés, a que el Procés triunfe y así tener el camino más expedito sin necesidad de poner encima hasta entonces sus reivindicaciones.
Pedro pudo así solicitar a Pablo sin que este pudiera resistirse, en caso de que alguna vez se le hubiera pasado por la cabeza hacerlo. Si lo hiciera Pedro podría responsabilizar a Pablo del fracaso de la formación de un “gobierno de progreso” cuando estaba en su mano.
Para atreverse a esta irresponsabilidad Pedro se sabe líder de unas bases y electorado cuyas motivaciones tienden mayoritariamente, o al menos en los que más cuentan, a converger con las de los podemitas, después de años de radicalización. Y esto ante la sorpresa y alarma de los, cada vez menos, compañeros veterotestamentarios, que se encuentran de sopetón con las cerraduras de la Casa del Pueblo cambiadas. Poco importa si este atrevido líder que les ha tocado ya estaba convencido de siempre de las virtudes del largocaballerismo rampante o si simplemente ha ido intuyendo que ese es espíritu mayoritario de los suyos.
Pero quien tiene más que ganar es Pablo. Seguramente no sabe como crear un régimen totalitario en una democracia ya aparentemente consolidada y cual puede ser su articulación y estructura. Todo es demasiado nuevo e inédito. El modelo chavista sirve pero relativamente porque no depende esa nación del club de las democracias activas como España. Pero el montaraz tiene bien claro que lo quiere conseguir y que se presenta ahora la única oportunidad que le va a deparar la historia. Ha visto que no tiene sentido esperar a sobrepasar al PSOE, cuando ahora lo puede atenazar y hasta ir fagocitando.
Igual que los podemitas han demostrado su capacidad de dominar la calle y los medios, ante una sociedad y clase política de siempre panfilizada, se tienen que sentir sobradamente capaces para dominar los nudos de la administración y de los poderes fácticos desde el poder. Al fin y al cabo ese es su instinto natural. Ante esto, si Pedro trata de competir en radicalidad, como Mas con los independentistas, acabará subordinado y sometido. Si intenta marcar distancias presentando una cierta ortodoxia puede acabar el PSOE reventado, ocupando por fin Podemos su lugar.
Creo que el programa pasa a un segundo plano ante el objetivo prioritario que es dominar la opinión pública de izquierdas. Ésta, tan proclive al fetichismo, disfrutará si se ajusta cuentas con la derecha y se aplastan los símbolos de la “vieja política” con un trabajo intenso de “reeducación del pueblo”. Cómo tantas veces ha ocurrido al dominar la izquierda, ésta se conformará si el caos económico se puede disimular y no les parece irreversible, siempre y cuando se les convenza de la necesidad de sacrificarse “por el cambio”, igual que han hecho los separatistas que han convencido a su población de que merece la pena sacrificarse por la independencia. En este punto lo más probable es que Pablo sigue el ejemplo último de Chipras y trate de bandear la marea lo mejor posible.
Siempre y cuando consigan evitar, o al menos controlar, “daños colaterales” como el corralito que se cierne o la rebaja brutal de las pensiones, el mayor peligro para que estalle el tinglado será la marcha del Procés. En torno a esto, para hacerlo digerible se concentrará toda la ingeniería de la reforma de la constitución. Sin comerlo ni beberlo, mitad por vanidad y seducción, mitad por despreocupación y abulia, a los españoles se nos va a someter colectivamente a Régimen, quien sabe si para quedar anoréxicos y anoréxicas, pero gozosos de nuestra línea.

LAS INVESTIDURAS



Insertado ayer en el blog de Santiago Gonzalez 

*¿Es verosímil que Rajoy crea en serio que tiene una oportunidad? Si no lo cree es un misterio lo que pretende al postularse. Si lo cree, como cuando creía que en Cataluña no pasaba nada, hay que seguir temblando con efectos retroactivos. ¿Puede arrastrar a todo su partido en esta forma frívola de ver las cosas y su partido prestarse?.

*Siempre he creído que la unidad de España estaría garantizada porque nunca habría un jefe de gobierno, incluso por muy irresponsable que fuera, dispuesto a pasar a la historia como el que en su mandato tuvo lugar alguna secesión. Pero ahora con Pedro y Pablo a la vuelta de la esquina mis viejas creencias se están resquebrajando.
Creo que es preciso puntualizar: se dice que Colau y las mareas cambiarían el referendum por otras perlas como una ley contra desahucios. Pero es que el referéndum ya no tiene valor operativo alguno para la Colau una vez que se ha formado el gobierno para la independencia y ya no lo necesita como banderín de enganche electoral. Esa ley de desahucios es tanto marca de la casa podemita, como algo querido por las bases socialistas, así que hay poco que discutir entre ellos.
Ahora Pedro y Pablo tendrán que decidir cómo marchar con el procés y quizás sea el principal escollo para consumar su gobierno frentepopulista. Es de suponer que tratarán de legitimar el referéndum previsto por los separatistas una vez que han creado las “estructuras de Estado” a cambio de que estas sólo tengan valor definitivo tras ese referéndum o que en este se plantee la opción de una España federal, vayan Vds. a saber.
¿Y los barones? ¿Alguien moverá una ceja cuando Sanchez les presente en bandeja la cabeza de Rajoy?

sábado, 16 de enero de 2016

NUESTRA DEMENCIA


La locura de Sanchez sólo merecería una nota en las crónica de sucesos, tan abundantes y estridentes, sino es de temer que sea la representación de la locura y el desamparo ideológico que agita a los militantes socialistas, sino a sus votantes y público afín. Resulta enternecedor sino patético cómo algunos veteranos socialistas creen que sólo estamos ante el “Partido de Sanchez”. Pero ZP no obraría de forma muy diferente a como lo hace este lebrel, su lebrel. Al fin y al cabo ZP fue descabalgado cuando no se atrevió a seguir haciendo de ZP con todas las consecuencias, y no creo que procediera sensatamente tanto por amor a España y el bien ciudadanía, sino por simple temor.
Y ahora todo lo que cuenta en el PSOE son versiones y remakes zapateriles. Estamos ante una mentalidad cuajada, no me atrevería a denominar ideología, con la particularidad de que se ha extendido viscosamente y sin que se note, como la humedad va impregnando las paredes. Pero cómo ha sido esto posible es otra cuestión.
Me llamó la atención que Sanchez, al presentarse para presidir el Partido, su programa fuera hacer lo que los militantes quieren. Seguramente esto es todo. Me lo imagino cuando al recorrer España se albergaba en casas de militantes, estos le pedirían “dales caña”, y él, bien convencido, no dudaría que eso es lo que procede. Más bien uno se malicia que el acercamiento a los podemitas y las huestes antisistema no sea una maniobra oportunista para no quedar descabalgado, sino que tiene de mucho de competencia por liderar una misma fe.
No es casual que las voces de alarma tengan por objeto lo que pueda pasar con la unidad nacional. ¿Por qué Sanchez no se iba a atrever a saltar el Rubicón cuando el partido ha llegado a la orilla? Pero en no menor medida debiera llamar la atención que, exceptuada esta preocupación, se dé por hecho la coincidencia de fondo con los chavistas. Como si con estos se pudiera ir de la mano sin mayores problemas en la defensa del Estado de bienestar, cosa que requiere un mínimo de seguridad económica, y en las garantías del Estado de Derecho y la democracia. En el caso del PSOE cabe sospechar que su neutralidad y condescendencia dialéctica ante las ínfulas bolivarianas de los podemitas, durante las elecciones y después, obedeciera no sólo a dejar abierta la puerta del acuerdo de gobierno, sino al convencimiento de que “los suyos” se incomodarían y desconcertarían de entrar en polémica “entre la izquierda”.

Se da por supuesto que el público medio del PSOE y de la izquierda en general ama España o al menos está por la unidad de España. Estoy de acuerdo pero hay que matizar. En gran medida lo está como lo está por la unidad de la tierra o por que la tierra siga dando vueltas alrededor del sol. Es decir, en la mentalidad de la izquierda no existe el problema de la unidad de España, o si lo prefieren de otra manera, de la permanencia dela Constitución y del democracia, como problema político. No les gustan los separatistas, excepto donde hay separatistas, con los que sienten un cierto aire de familia en común. No les gustan los separatistas pero les parece que están en su derecho y que si hay problema es por falta de diálogo. Y que en todo caso se trata de una coartada de la “derecha extrema”, siempre la derecha es extrema, para mantenerse ilegítimamente en el gobierno.

Se da por supuesto que los barones no pueden permitir que se ponga en cuestión la unidad de España. Cierto, pero aunque quieran la unidad de España, dudo que alguno vea que exista el problema de la unidad de España, que la existencia de España pueda peligrar por la acción de los separatistas. En todo caso prima la idea de que el verdadero peligro viene de los “separadores”. Ante la posibilidad de gobernar impera “la Razón de Partido” y la razón de estado, o sea la unidad de la nación, es una variable dentro de esta razón de partido. Incluso la idea de nación puede consistir en lo que conviene al Partido que sea la nación. ¿Pues no es esto un caso más de que lo que conviene al Partido es lo que conviene a “españa”?.

Y por lo que respecta a la otra rama de la familia. Dejando aparte sus “mareas”, bien reconfortadas si así fuera, ¿cree alguien que a los podemitas, le va a perjudicar un ápice la reclamación del “derecho a decidir”? ¿algún presunto votante pensaría en lo que eso significa y sus consecuencias?La demencia política empieza en el punto en que la multitud cree que es bueno arrancarse un brazo o cegarse un ojo si de esta manera quien es objeto de su odio se queda sin algún dedo o sin oreja.

viernes, 15 de enero de 2016

EL CIELO DE PODEMOS


Uno se malicia lo que sigue. Sólo ahora que ya es evidente que Sanchez va en serio, y asalta EL CIELO de Podemos reclamando su mano, sale el pufo de Pablo con Irán y Venezuela. No es difícil ver que el mensaje se dirige más a PEDRO que a Pablo, para que no se atreva. Lo que con toda probabilidad se ha retenido en las elecciones, a la espera de que fuera ungido el podemita y descalabrados Sanchez y Rivera, se saca a toda prisa, visto que la unidad de los constitucionalistas ni está ni se le espera. Pero igual que estos urdidores soñaban siempre que Mas entraría en razón, han soñado con que a Sanchez le entraría la vena patriótica y rezan ahora para que Pablemos o Sanchez se arredren. A Pedro le va la vida, que no la patria, por lo que para nada va a arredrarse, mientras que Pablo puede especular sobre el destino que le conviene a Pedro. Igual esta denuncia a última hora y a la desesperada de lo que tenía que haber sido la estrella del debate y la vergüenza pública desde hace meses, anima a Pablo a pensar en la mochila de Interior o de Justicia en el Gobierno botellón de Sanchez. Sino la está exigiendo ya. También valdría por el cielo.

¿HACIA UN GOBIERNO BOTELLÓN?



Comentario que envié al blog ARGOS de Santiago Gonzalez EL 13-1-16.

Cuando se reanudó “Procés constituyent” creí, como era de sentido común, que Sanchez, por muy loco que esté, tendría difícil resistir la presión para echar una mano a un acuerdo nacional. Pero algunos reputados analistas ven ahora más posible un Gobierno de izquierdas y creo que con alguna razón. Al menos antes era imposible pasar por la condición del referéndum y ahora esto puede quedar aparcado con cierto disimulo. Sin las elecciones catalanas en el horizonte, ya no tiene la Sra. Colau ninguna necesidad de agitar el fetiche del referéndum y los socios separatistas de todo pelaje de Podemos pueden esperar al desenlace del Procés.
De querer Sanchez y Pablemos llegar a un acuerdo, tendrían que salvar el escollo de qué hacer con el Procés ya desencadenado. Creo que a ninguno le importaría que saliera adelante la independencia catalana, si esto no les pasa factura. Como no parece verosímil que así fuera, tendrían que aparentar firmeza y estar abiertos al “diálogo”. Rajoy, aunque todavía no estábamos en situación tan crítica como ahora y suponiendo que éste sí desea la unidad de España, ya les marcó el camino de cómo aparentar actuar y no hacer nada para no alarmar. Podrían seguir su ejemplo, ahora ya con más riesgo(*): impugnar y seguir impugnando el desacato de la impugnación.
Si con esto se consigue esconder la inacción habría margen hasta que la ONU ya admitiese al nuevo Estado en su seno. Hasta entonces siempre se puede decir que hagan lo que hagan y pase lo que pase están en la ilegalidad y mientras que que la independencia no sea legal no existe.
Me extiendo para justificar que el acuerdo depende de que a Podemos, ya sin precisar abiertamente de la condición del referéndum, le interese más que las elecciones anticipadas,y que los barones socialistas lo acepten como mal menor, antes que ir a nuevas elecciones, porque esperar algo de cordura en las filas socialistas ya es síntoma de senilidad.
(*)

martes, 12 de enero de 2016

LA LEGALIDAD Y EL "SOUFFLÉ" CATALÁN


La estrategia marianista ha sido esperar que el soufflé catalán se desinflara por sí solo. Su manera de ver le llevaba a creer que todo era un soufflé, pero también el miedo a que fuera en serio le hacía agarrarse a su creencia como a un clavo ardiendo. El miedo a tener que actuar se ha enmascarado con la apelación a la estricta aplicación de la legalidad, cuando precisamente los sediciosos se hartan de vulnerar la legalidad, siguiendo la táctica de los hechos consumados.
En el momento que esto quedó manifiesto Rajoy apeló a la aplicación “proporcional” de la ley, dando a entender que se haría cuando conviniese y sin que eso acarrease problemas ni molestias. Porque tanto es su temor a la reacción que la aplicación de la ley pudiera provocar entre las masas secesionistas, como a que los españoles le achacasen las molestias que la “confrontación” les podía acarrear.
Ante ello la alternativa del gobierno, ahora en funciones, es “tranquilizar” y reducir el asunto a una cuestión estrictamente jurídica sobre la que deben entender en cada caso los expertos y los tribunales. Se presenta así el Estado de Derecho como una maquinaria que funciona automáticamente asegurando el cumplimiento de la ley sin necesidad de que haya una voluntad política que lo mueva, o con independencia de que esta ande acertada o desacertada.
En el momento que la secesión es manifiesta y la vulneración de la ley declarada y proclamada, la única razón para no aplicar la ley y suspender la autonomía por ejemplo es que se carece de fuerza para hacerlo, porque ni la parte de la sociedad catalana que debiera apoyarlo se atrevería a hacerlo, entre otras cosas porque no puede sacudirse la confusión, pero ni tampoco el grueso que haría falta de la opinión pública española.
Esta sigue creyendo en conjunto que el problema catalán no va en serio ni es peligroso, mientras al grueso de la izquierda, casi mayoritaria y con dominio de la calle y de los medios, lo único que le preocupa es la venganza. Así las razones del miedo y la oportunidad se enmascaran todavía en la falsa apelación a estricta aplicación de la ley. El español medio se mueve entre una disyuntiva mental: o bien la ley es siempre negociable según el caso y la oportunidad o bien la ley lo ampara todo incluso su vulneración.
Ahora en concreto no hay razones jurídicas para no aplicar la ley, es más en estricta técnica jurídica no suspender la autonomía es un acto de prevaricación. Las razones para no hacerlo de momento son pues políticas, y seguramente sería inconveniente hacerlo ya por las razones apuntadas, pero no se puede decir y hay que hacer filigranas retóricas que nos permitan a todos estar a gusto bien engañados.

lunes, 11 de enero de 2016

SOBRE BLANCA NIEVES EN EL PROCÉS. ANOTACIONES VARIAS.


*En pura técnica jurídica ¿merece alguna calificación diferente la proclamación del República Catalana desde el balcón de la Generalitat por Companys en el 34 y la proclamación de la apertura del proceso constituyente de la República Catalana en el Parlament el 9-N y el 10-E por parte del nou President de sobaquillo? ¿El lugar lo cambia todo?

*Problema académico para los pánfilos juridicistas: ¿es la proclamación del inicio del Proceso Constituyente parte del Proceso Constituyente o sólo hay Proceso Constituyente cuando se da por terminado y logrado?.

*Don Mariano hizo la declaración que nunca creyó que tendría que hacer y de la que además pensaba que sólo imaginar su posibilidad contravenía al sano sentido común. Pero no se ha vuelto loco ni se volverá.

*Dice Don Mariano que va a actuar si hace falta. Esto es, está dispuesto a impugnar cada incumplimiento de cada resolución de los órganos competentes y así hasta el infinito.

*Piensa Don Mariano que ahora los españoles se darán cuenta de que es imprescindible para que no se alarmen.

*El Mas de lo menos: “No es tiempo para cobardes...”
Don Mariano: “¿también éste me está pidiendo que me marche?”

*Mientras todos los enanitos siguen jugando, Blanca Nieves, el pueblo español, sigue bien dormida.

*Confesiones en el Diario de un separatista engolfado: “¿Por qué he de continuar en un país que es incapaz de evitar que una parte del mismo, o cualquier parte, se separe y que en el fondo le da igual? Yo quiero ser de un país serio”.

*Hasta el momento todo el mundo piensa que la Independencia es un delirio y una pantomima, pero consideran más delirante y hasta una provocación hablar de suspensión del Estatuto, por eso de que un tren desbocado cuanto más se desboca, más cerca está de pararse.

*Según Tocqueville (“El Antiguo Régimen y la Revolución”) la causa más directa de la revolución francesa fue la irresponsabilidad de la nobleza y la ambición de les philosophes. En el caso de que el Procés se consume, con otros complementos, la irresponsabilidad pertenece principalmente a nuestra nobleza ideológica, muy progre y concienciada ella, en conjunción con la inutilidad de la panfilocracia.

*También sugería Tocqueville que la revolución no provenía tanto de la escasez de libertades sino de la costumbre de la libertad en contraste con el despotismo reinante. En Cataluña una vez que se han roto los vínculos morales con toda España, las libertades que se tienen, por más que estas sean, son por definición insuficientes y su disfrute se torna testimonio de la falta de libertad.

*Como hay que creer en la honestidad de las personas y de la instituciones, es de esperar que de forma inmediata y fulminante el Barça, santo y seña de la independencia, dé ejemplo y se salga de la Liga y de cualquier competición española.

*Por lo menos ya decidida la verdadera vocación de la CUP, nadie utilizará en vano el nombre de los verdaderos anarquistas que como Durruti, Oliver y Ascaso lideraban a las masas obreras en aquellos tiempos asociándola a estos líamantas de la Uni.

*En la Guerra Civil los anarcos y las masas obreras le hicieron el trabajo sucio a los pequeños burgueses separatistas, vulgarmente clases medias. ¿Se atreverán estos ya sólos a arremangarse cuando toque si toca? Porque ahora las “masas obreras”, o lo que queda de ellas, andan resignados y estupefactos a ver si els signorets consuman el akelarre.

viernes, 8 de enero de 2016

GLOSA A "LA REBELIÓN DE PULGARCITA"

Una glosa a "La rebelión de Pulgarcita"  de Alicia Delibes (El Digital) recomendado justamente en el Blog ARGOS  de Santiago Gonzalez.

Se adjunta primero dicho artículo.

 

La rebelión de Pulgarcita

 

 

 











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Petite poucette (Pulgarcita) es el título de un ensayo publicado en 2012 en Francia con un importante éxito de ventas. Su autor, Michel Serres (1930), formado en la Escuela Normal Superior de París y miembro de la Academia Francesa, es, desde 1984, profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Stanford.
En Pulgarcita, Michel Serres hace con ironía el retrato de esa generación que hoy llamamos nativos digitales. Esos jóvenes que, hace pocos años, asombraban a sus abuelos porque a los cuatro o cinco años eran capaces de manejar un móvil o una tableta con mucha más soltura que ellos y que hoy viven inmersos en un mundo virtual, se relacionan a través de las redes sociales y han llegado a nuestras aulas sembrando el desconcierto de pedagogos y profesores.
Michel Serres ha bautizado a su protagonista con el nombre de Pulgarcita, no porque sea pequeña, sino porque sus pulgares, de tanto teclear, se han alargado de forma extraordinaria:
Después de ver con admiración cómo envían, más deprisa de lo que yo hubiera podido hacer jamás con mis torpes dedos, SMS con ambos pulgares, los he bautizado, con toda la ternura que pueda expresar un abuelo, Pulgarcita y Pulgarcito.
Ellos, Pulgarcitas y Pulgarcitos, dice Serres, son muy distintos de nosotros. No hablan del mismo modo ni habitan el mismo espacio. Ellos habitan lo virtual. Mediante el teléfono móvil tienen acceso al mundo entero, con el GPS a todas partes, con internet a todo el saber. Su conocimiento es distinto y su cuerpo también. Algo que, sin duda, habrán de tener en cuenta los diseñadores de planes de estudio, los pedagogos y los profesores, porque, en opinión de Serres, no es solamente el dedo pulgar el que ha sufrido una mutación, también la cabeza de Pulgarcita se ha transformado.
Para hacernos más visible la nueva anatomía de Pulgarcita, Serres recurre a la leyenda ligada al martirio de San Denis, que tuvo lugar en el siglo III, durante la persecución de los cristianos decretada por el emperador Aureliano. Denis, obispo de Lutecia (hoy París), fue encarcelado y condenado a muerte. Cuando era conducido por la colina de Montmartre para ser decapitado en la cumbre, uno de los soldados que le custodiaba, impaciente, desenvainó su espada y le cortó la cabeza. Según cuenta la leyenda, ya decapitado, Denis se levantó, lavó su muñón en una fuente y siguió ascendiendo. Los guardias huyeron despavoridos.
En la iglesia que lleva su nombre se encuentra una imagen decapitada del santo que sostiene la cabeza con sus manos. Como San Denis, escribe Serres con mordaz ironía, Pulgarcita tiene su cabeza separada del cuerpo y la maneja con sus manos. Esa cabeza es su ordenador, bien lleno de datos, de información y de programas inteligentes. Todo el conocimiento está a su alcance y Pulgarcita lo obtiene moviendo sus dedos con velocidad pasmosa.
Pulgarcita ya no necesita trabajar para aprender, no necesita escuchar lo que dicen sus profesores, no necesita leer libros, no necesita escribir. Pulgarcita ya no aguanta el silencio de las aulas, le aburren los maestros, no soporta la inactividad. Es el fin de la era del saber. Pero también, dice Serres, es el fin de la era de la abstracción, de las ideas, de los conceptos. Y es que Pulgarcita desprecia los conceptos abstractos. No conoce la idea pero tiene a su alcance mil ejemplos de ella. "Dime que es la belleza. Y Pulgarcita responde: una mujer bella, una bella yegua, una bella aurora…". La abstracción molesta a Pulgarcita, ¿para qué hay que saber qué es la belleza, qué es el bien o qué es el mal? Mucho más útil es el ejemplo que el concepto.
Michel Serres señala, y con acierto, que algo parecido a la escuela está ocurriendo también en la política: "Ya no hay poderosos en la escena política, ocupada ahora mismo por la gente decidida". A la democracia del saber le seguirá una nueva forma de democracia que ahora se está formando y que acabará imponiéndose, asegura resignado el abuelo de Pulgarcita. Es el fin de la era de los poderosos, de los expertos, de los que toman decisiones. Pulgarcitos y Pulgarcitas ocupan la escena. Son los nuevos pilotos del mundo.
Entre los concejales más jóvenes del Ayuntamiento de Madrid se pueden reconocer a estos Pulgarcitos que describe Michel Serres por su habilidad en el manejo de móviles, tabletas, ordenadores y redes sociales. Es cierto, como dice Serres, que viven y actúan de otra manera. Reacios a la lectura y a la escritura, su forma de aprender es muy distinta a la de mi generación, y probablemente eso influya en su forma de pensar y de comportarse. Pero creo, o quiero creer, que, en general, son respetuosos con el saber, con las instituciones y con las normas y leyes que democráticamente nos hemos dado los españoles.
Un respeto del que carecen los Pulgarcitos del equipo de Gobierno. La "vieja política" no va con ellos. Han llegado al Ayuntamiento para "cambiar las cosas", o sea, para hacer la revolución. Alardean de su curriculum como activistas políticos conseguido en asambleas de barrio o de facultad. Se iniciaron en las acampadas y manifestaciones del 15-M y alimentaron su entusiasmo político con lemas como "No somos mercancías en manos de políticos y banqueros", "No nos representan", "Democracia real, ya".
Son Pulgarcitas y Pulgarcitas revolucionarios, están convencidos de que la revolución tecnológica implicará una revolución política, de que las redes sociales son el instrumento ideal para sustituir la aburrida y vieja democracia parlamentaria por una democracia real. Pretenden que los Parlamentos se sustituyan por asambleas y el sufragio por referendos digitales.
Como revolucionarios, tienen su propia utopía. Sueñan con una gran asamblea digital en la que toda "la gente" de todo el mundo pueda compartir sus ideas, votar sus sugerencias y dar sus opiniones. Una utopía que, hasta ahora, se reduce a una página web para corregir las maldades de la prensa, y a un sistema online de participación ciudadana que más bien parece una página de propaganda municipal. Y es que, como viejos revolucionarios, están absolutamente seguros de que ellos y su seguidores, a los que llaman "gente", son poseedores de la verdad absoluta, saben lo que necesita España y están dispuestos a construir el futuro de este país a su manera.
Una de las más insignes Pulgarcitas revolucionarias es la portavoz de Ahora Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre. Como Pulgarcita, la querida nieta de Serres, Rita maneja sus pulgares a gran velocidad cuando escribe mensajes o chats con su móvil. Como Pulgarcita, Rita habla deprisa, se mueve constantemente y parlotea con sus vecinos de escaño. Como Pulgarcita, Rita quiere ejemplos y desprecia los conceptos. Si se le pregunta por su ideología, echa balones fuera. Ella no sabe si su partido es o no marxista, no sabe de conceptos, solo puede dar ejemplos de lo que no le gusta, de lo que ella y su partido vienen dispuestos a destruir.
Muestra de ello es lo ocurrido el pasado 28 de octubre, durante el desarrollo de un pleno municipal. Uno de los concejales del Grupo Popular, Percival Manglano, interrogaba a Rita Maestre sobre el modelo de "participación ciudadana" que quiere implantar el Ayuntamiento. En su exposición, Manglano contrapuso los principios que sostienen las democracias liberales, basados en la libertad individual y en la igualdad ante la ley, con el marxismo que parece inspirar esa democracia "participativa" que quiere implantar el actual equipo de Gobierno.
Rita Maestra, después de dar unas explicaciones poco comprensibles, terminó su intervención con estas palabras:
Sobre las raíces intelectuales, si lo hubiera sabido me lo preparaba bien, me ponía a leer un poco y me preparaba unas citas, que la verdad no las tengo y voy a quedar bastante peor que tú, Percival. No sé cuáles son las raíces intelectuales de este grupo porque tenemos bastantes cosas que hacer y, entre ellas, no está preparar un corpus ideológico y teórico sobre dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos, nuestra tarea fundamental consiste en solucionar los problemas de los madrileños en la medida de nuestras posibilidades. Creo que sí hay un mínimo común, que no sé si es ideológico o de valores. Cuando digo mínimo común es porque sinceramente no nos hemos puesto a debatir sobre autores y corrientes de pensamiento (…) Es un mínimo común según el cual vivimos en una sociedad en la que existen desigualdades de renta, desigualdades de riqueza, desigualdades de ingreso, desigualdades de raza, desigualdades de género, y la tarea de las instituciones es tratar de equilibrar esa desigualdades.
Escuché fascinada a la portavoz. Era la más viva representación de Pulgarcita. Todo en ella recordaba a la nieta digital de Michel Serres, sus gestos, el movimiento de sus larguísimos dedos, la velocidad de sus palabras… En cuanto a su explicación de la no ideología de su grupo, también podía atribuirse a la incapacidad de abstracción que Serres atribuye a los Pulgarcitos decapitados. Pero en su caso es más impostura que ignorancia. Rita Maestre es miembro del Consejo Ciudadano de Podemos. Ha estudiado Políticas, está imputada por irrumpir en la capilla de la universidad atemorizando a los asistentes a un acto religioso con el grito "Arderéis como en el 36". Sabe perfectamente cuál es la ideología de su partido, otra cosa es que su conocimiento sobre la dialéctica y el materialismo histórico se reduzca a lo aprendido en un par de seminarios y en páginas de internet. Pero Rita, como el resto de los concejales de Ahora Madrid, no quiere hablar de ideología, sigue las directrices de su alcaldesa, que niega haber sido comunista y que niega cualquier relación de ella y de su equipo con el partido Podemos, aunque deba su cargo al dedo divino de su líder, Pablo Iglesias.

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GLOSA

Es un texto que me tienta al desahogo y como tal con el riesgo de ser algo injusto..
¿Cambian los tiempos o las formas?
Recordemos a los padres y abuelos de los podemitas, los de Mayo 68, esos bardos hiperoideologizados, todo tocho y teoría, discurso y soflama que va y que viene, presuntas ideas con fundamentos en el absoluto, con buen canuto y compañía, que todo lo refuerza. Más posar que pesar. Vacuo ignorar, sazonado de erudición en muchos y algunos; quien más quien menos ducho en citar de las fuentes de los patriarcas y maestros incontestables de la tarea histórica de la liberación de la humanidad. Por encima de los encimas, la causa histórica, o sea la CAUSA.
Ahora todo este “saber” que se nutría del absoluto de la tarea histórica queda comprimido en las consignas, bocinazos y fogonazos pantalludos de quita y pon y de twitt en twitt. Al fin y al cabo su esencia, ¿para qué explicar la simpleza?, ¿para qué, ya no argumentar, siquiera citar? ¿no fluye la verdad transparente por la red y basta entrar para saberla?. ¿No la puede reconocer cualquier persona sencilla y bienintencionada, sino está engañada?, ¿qué hay que saber si está claro lo que hay que hacer? Y además ¿no es suficiente la teoría que dominan los líderes podemitas con el aval de la Uni?
Han cambiado las formas pero sigue el contenido en su esencia angelical utopista afinado en buenismo, que toca más el sentimiento. La historia se queda en “memoria histórica”, todo aquello de lo que se dice que ha pasado que sirva para ajustar cuentas. La causa histórica, ahora un gran show en el que los villanos se van a enterar. Y en todo caso que no ha caído el Muro porque sigue Fidel y con suerte Maduro.
Entremedias la LOGSE, por lo que este fenómeno tiene de español, y la “Revolución tecnológica”, por lo que tiene de global, que ya proclamaban Carrillo y Claudín la “revolución científico técnica” y sus beneficiosos efectos revolucionarios. Pero nada habría sido posible sin la aportación de la tontería engreída de los socialistas españoles, que ha minado la conciencia cívica democrática de la nación española. Tontería tan insuperable como prendada de sí misma, a la vista de cómo la clase política en su conjunto la ha copiado. ¿Se lo agradecerán los podemitas?, ¿se darán cuenta de cuanto le deben?, ¿se reconocerán en sus mayores mayistas? ¿enterrarán a sus sociolistos con honor y luto o les someterán a otra pantomima como a los Reyes Magos llegado el caso?
Lo dicho, un desahogo, que igual todo es comedia...







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