miércoles, 16 de marzo de 2022

¡DESPODEMIZEMONOS!

“Y ahora vayamos todos juntos y yo el primero por la senda Constitucional” ¿Creyó alguien por entonces en la sinceridad del rey felón?


Se le ha echado encima a nuestro presidente no menos felón el desorden internacional, quizás el aviso de un nuevo orden internacional con el que no valen los zascandileos. Le ha tocado en su línea de flotación, la de podemizar España mientras la vieja Europa paga la fiesta. Le valía el disimulo levantando causa general contra Vox y de paso el PP, que Europa sólo está atenta a que los ultranacionalistas derechistas discutan la soberanía común. Que Maduro, Cuba, los Kichmer... y toda Hispanoamérica andan muy lejos y son sólo, o así lo parecen, unos sabañones mal curados.


La soberbia y la sobada sicopatía de quienes sólo son felices de sátrapas de la historia se despierta sin ambages cuando las crisis te ponen en tu sitio. Nuestro Sz se ha topado con que es un paria lleno de mugre ante quienes le fían sus expansiones clientelares por miedo a que el boquete de España arrastre al viejo mundo. Así al menos es la partida sanchista hasta que…


Se ve que su soberbia difícilmente puede aguantar la humillación de ser señalado. Es raro que con su arrogancia no esperase su momento para encantar a nuestros socios y figurar a su cabeza. Pero si a nuestro gran pícaro se le echa encima la realidad y a los socios de los que depende no pueden hacer remilgos a la realidad sanchista, la limpieza de la mugre podemita es tan insoslayable como la de deshacer el nudo gordiano.


¿Está dispuesto Sz a emular al gran Alejandro? ¿tiene alguna espada? ¿puede aplicarse sin amputarse de un tajo? Encima ahora que el escarnio del doncel Casado, de chihuahua por Europa capitalizando indignidad, le toca en el alma. Socializar las pérdidas y la erosión debida a la catástrofe económica con la oposición y aguantar a los podemitas con sus excentricidades mientras en Europa no se note demasiado, son soluciones de urgencia, las que manda el instinto de conservación.


Pero ¿como desmontar la soberbia fortaleza del “No es No” que tanta admiración y adhesión ha suscitado en las masas de izquierda y separatistas? La jugada felipista “de entrada no” parece a la luz del momento presente un aliño con novillos. Pero este fantasma sobrevuela entre cientos de consejeros patidifusos. ¿Qué puede tramar el Boss? Sólo la soberbia, para el gallardía, puede impedirle tomar consejo del Patriarca. ¿De veras no lo necesita?


domingo, 6 de marzo de 2022

ANTIMANIQUEÍSMOS

 

*Cuando se encarga a los psicólogos que expliquen las claves del poder es que sociedades enteras con sus políticos a la cabeza han perdido el paso de la historia.

*Seamos equidistantes, no caigamos en maniqueísmos.

*No se trata de caer en maniqueísmos pero hay que reconocer que los malos son capaces de comprender a la primera las debilidades y las inercias paralizantes de los buenos, mientras que estos toman en el mejor de los casos la trayectoria de los malos por un juego de alardes folklóricos.

*Lo peor del panfilismo es que encima se hace al pánfilo responsable de que el agresor no tuviera otra alternativa.

*Putin hace lo mismo con la extrema derecha que Stalin con Hitler y viceversa en la conquista de Polonia. Ahora se trata de descoyuntar Europa como sea.

*Los neocomunistas occidentales obligados a nadar y guardar la ropa: “no a la guerra” y “Putin tiene a la extrema derecha por aliados”. Algunos de tal corriente digamos que  euroescépticos comparten el pretexto.

*Putin quería una guerra militar y se ve inmerso en una guerra económica y de opinión pública adversa al 99 por ciento, mientras sus camaradas occidentales disimulan con Disneylandia.

*Hay personajes como Putin que se empeñan en desacreditar el “factor humano”.

*En esta guerra contra Ucrania el factor humano es mucho factor humano. Zerensky y Putin son dos factores humanos para diferentes empresas. Al fin y al cabo el hombre puede estar en la historia a favor de lo mejor o de lo peor de las posibilidades que esta le ofrece.

*¿Cómo es posible un líder como Zelensky en el desierto europeo? Milagros de la historia imposibles sin la conciencia colectiva de que el dolce far niente significa esclavitud. Orgullo herido de quienes creían que Putin se conformaría con hacer sus pinitos hasta quedarse quieto, pero mientras se alimentaban sueños de libertad y de patria. Pasa que en la Europa occidental se es libre como si fuera algo natural, pero en las excolonias soviéticas a la fuerza ahorcan para sentir que la libertad es un bien en peligro.

*No es para enorgullecerse patrióticamente constatar que el “marianismo” no es una rareza hispana. Aquí ha brillado porque los “aprovechados” de la atonía social nos han llevado al borde del precipicio. En el resto de la U.E. salvo accidentes desagradables las olas del encanto deberían mecernos hasta plácidas orillas.


*¿Ha sido inevitable la puerilización de las sociedades occidentales? ¿Ha sido inevitable que el infantilismo social contamine a las clases políticas hasta el tuétano? ¿Nos ha fallado el “factor humano”?


*¿Qué es un líder político en una sociedad abierta? Un hombre de Estado.

¿Qué es un hombre de Estado en una sociedad abierta? Alguien que es capaz de enfrentarse a las inercias disparatadas de la opinión pública poniendo a estos disparates en un brete.


*Schroeder y Merkel han creado el actual statu quo: la ampliación de “la República expiatoria” alemana a toda Europa. ¿Se podrá deshacer el entuerto con el shock de la invasión de Ucrania?


*Voces prestigiosas confunden el ocultamiento del avestruz en el agujero con el cazador que le corta la cabeza, como si este no tuviera más remedio que responder a tamaña provocación. Resultaría que Putin ha actuado por temor a Occidente,“...es el secular miedo de los rusos a ser invadidos” (N. De Carreras. Errores occidentales, errores rusos. El confidencial 06/03/2022). Eso sí sin que pudiera evitar el error de ir sobrado.

*Balanza equilibrada ante todo, unos yerran y otros también. ¿Pero qué amenaza puede temer cuando se ha lanzado a por todas porque “los amenazadores” no son capaces manifiestamente de ser amenaza alguna?

*No seamos maniqueos: todos somos buenos y malos, todos tenemos la razón y todos estamos equivocados, todos somos corruptos, todos merecemos empatía

**Lo escalofriante: a Putin sólo lo puede salvar la bomba atómica.


jueves, 3 de marzo de 2022

DE IDENTIDADES POSSOVIÉTICAS

¿Que qué es Putin? El desgaste de la semántica en la sociedad de la comunicación, es decir de la imagen, obliga a reconocer la catadura de los políticos por su estirpe y luego por el adversario que han elegido. En el caso de Putin esto segundo es fácil. Someter a Occidente a través de la pulverización de la U.E. que como bien se sabe es su talón de Aquiles. Que Rusia es el imperio ruso y su zona de confort. Pero como la zona de confort linda con más amenazas, imaginarias claro, no debe haber otro límite para la extensión de la zona de confort que hasta donde lo impida la resistencia a su extensión. Todo obvio y elemental. Lo sorprendente es que todavía “en el siglo XXI” alguien se lo crea y detente el poder sobre la vida y la muerte… de la humanidad. Dábamos por supuesto que el miedo, no el sentimiento de humanidad, obligaría a quienes están a a la cabeza del mundo a ser por fuerza responsables y sensatos, por muy insensatas e irresponsables que fueran sus pulsiones y querencias.


Una ojeada a la estirpe desencanta. Esta estirpe es un combinado explosivo del tradicional paneslavismo ruso y el no menos rancio comunismo soviético, modelo de lo que es verdaderamente el comunismo. Sistema stalinista por antonomasia conforme a la lógica leninista, pero ya sin retórica ni camuflajes trostkointernacionalistas. Con la adaptación postrera del colapso político del sistema resulta que Putin ha dado con la esencia como antes los jerarcas chinos. De todo el poder y la economía para la Nomenclatura, al reparto y saqueo de la economía por los nomenclators más decididos, afortunados y mejor colocados. Pero conservando un poder absoluto de sometimiento orwelliano que es la esencia del comunismo. Aunque en verdad sin tanta sofisticación como nos cuenta Orwell, a no ser que tengamos en cuenta la modernización farmacéutica de la alquimia renacentista.

El sistema de orgullo mixto nacionalista comunista ha demostrado ser la dictadura más perfecta posible...a expensas de que sus burócratas no pierdan la moral. Así China ha aprendido de la “malhadada” aventura postsoviética de Gorvachov y Yeltsin. Pero además de aprender, Putin la llevaba clavada en el corazón. Ha unido a los restos de la antigua Nomenclatura para expiar los remordimientos de ser los culpables de quedar embelesados por Occidente, sin mengua de que los nomenclators ofrezcan con pleno éxito por todo Occidente clases de ultrasibaritismo práctico y de su peculiar mercantilismo depredador.


Pero lo esencial es que sea el alarde comunista para consumo de la progresía mundial, o sea la droga nacionalista paneslavista estimulo del orgullo de ser la gran potencia imperial, la identidad Rusa ha de ensalzarse como la antítesis de Occidente, como en tiempos pasado la Ortodoxia se construyó contra el catolicismo, cualquiera que fuera el significado de estas ideas y estructuras. Ahora la Iglesia ortodoxa recarga el depósito ideológico soñando con la vuelta a la edad media. Y nada duele más que los antiguos tutelados, los eslavos de toda la vida, tornen despavoridos de la madre soviética hacia Occidente, dejándose pervertir por el depravado consumismo liberal a expensas de la eternas esencias fraternales.


Soviético de corazón no se atreve a proclamarlo a sabiendas de que haría el ridículo a escala mundial y de que basta azuzar contra Occidente y el “Imperialismo yanqui” para gozar de la simpatía de los sempiternos apóstoles progres del “hombre nuevo”. Pero pragmático como sólo lo puede ser el buen déspota, su disimulo sentimental le permite flirtear con todo enemigo, o que sea simplemente renuente, al ideal europeo. Ahí están los nacionalistas cavernarios.


Curiosamente la progresía filocomunista puede así disimular la vergüenza de tener por ídolo a semejante monstruo, como si éste no fuera más que una animador de la ultraderecha. Cuanto esta verdadera o falsa ultraderecha, política , mediática o intelectual, se deja llevar por tan burdas añagazas es otra cuestión. ¿Tiene este panorama algo de reedición del pacto germano soviético, ya sin germanos pero con pazguatos nacionalistsas “antieuropeístas”? En realidad a las alturas de la que ha armado ahora eso a Putin le debe importar ni se sabe. Si sigue a delante ha de pasar por encima de muchos cadáveres empezando por el de la noble muy eslava y democrática Ucrania por supuesto, pero también del cadáver de la opinión pública mundial...que al parecer existe y hasta cuenta.