miércoles, 30 de septiembre de 2020

A FONDO PERDIDO III

 Sobre el confinamiento en las alturas.-

 Creo que desde su ascenso al gobierno Sanchez fijó la estrategia de confinar a la monarquía y quedar con las manos libres para apañarse con los separatistas. En el horizonte no tan lejano un régimen peronista de monarquía “neutral”. En esto la presencia de Podemos era un guiño para la República ante sus recalcitrantes. La señal de que la República que viene no está olvidada y que hay que esperar que llegue por madura. Era esencial que el rey estuviese chitón y lo estaría bajo la amenaza de que puestas las cosas difíciles el Koletas podría ser imparable. Ahora se ve en la tesitura de aventurarse en serio por la República: O Monarquía y Constitución o Confederación y todo lo que este término esconde. Desde luego si ante la monarquía se mostraba “prudente” aparentando no ir a por ella, no lo era por sentido de Estado ni por algún residuo felipista de decencia democrática. Temía despertar la reacción de los pánfilos y los resignados, que puede ser una amplia mayoría. Reacción más temible si la monstruosidad que puede salir del negocio con los separatistas se bendice en nombre de la República. Ahora su Sanchidad se enfrenta a dilemas verdaderos y seguramente imprevistos. Todo es imprevisible, pero van a esperar a ver si quienes tendrían que reaccionar se han enterado de que ha saltado la liebre. Lo único claro es que todo el embrollo excede la negociación de los presupuestos y asegurarse dos años más de gobierno, excede incluso salir ileso de la catástrofe del COVID. Que todo esto no ha sido mas que una avalancha que se ha cruzado en el camino, sin que haya menguado la voluntad de pasar por encima de ello.

jueves, 24 de septiembre de 2020

LA FELICIDAD DE ALBERT

 

Felicidad. Concepto tan misterioso y evanescente como el sueño o el tiempo. Pero los felices saben que son felices, como sabemos qué hora es si nos preguntan por el tiempo o lo que es el sueño al contar un sueño que recordamos. La mayoría de encuestas revelan que somos felices. La inmensa mayoría en cualquier país responde que es feliz. Y lo debe ser, a no ser que quede feo decir que no se es feliz. Desde luego queda feo decirlo sin encuesta. Eso te acusa de ser poca cosa o lo que es peor de insolidario. ¿Pues que vale más que "ser feliz para hacer felices a los demás"?

 Lo del malestar social es otra cosa. Es cosa del mundo y no de uno consigo mismo. Sus pregoneros y valederos son los más felices privadamente . A estos no les basta que hay quienes lo pasan mal, tiene que convencer a la inmensa mayoría de lo mal que lo pasan y lo desgraciados que son. Es la manera de empoderarlos de felicidad cuando les toque. Pero es otro tema.

Ahora Albert no sólo dice que es feliz, y sin duda lo es, sino que se dedica a ser feliz. O lo que es lo mismo, se ha vuelto normal como todos. ¿Consiste la felicidad en ser normal o lo normal es ser feliz?. Parte del misterio.

El caso es que Albert ha vuelto a la normalidad para dedicarse a ser feliz, es decir a ser normal. ¿En la política no era feliz? ¿no se puede ser feliz en la política? Confiesa que se divirtió y lo pasó bien. Como en las clases de la enseñanza, que ya ninguna vale sino es divertida, el valor de cada actividad se mide por lo divertida que sea. Albert es jovial y apasionado, tenía encontrar divertida la política sin mengua de la seriedad y la responsabilidad debida. ¿De la misma forma que los Picapiedra? Preguntas banales. Cabe conjeturar que a estos la diversión política les hace muy felices si ganan. Sino la tienen guardada para que los responsables de que no sean felices lo paguen. Pero Albert es de otra pasta o lo era y no es cosa de que el adversario sufra para ser él mismo feliz. Seguramente pará el la felicidad en política sería un bien accidental. Por lo menos parece que ha descubierto que si era feliz no era completamente feliz.

No es lo mismo tampoco ser feliz que dedicarse a ser feliz. Porque dedicarse a ser feliz tiene algo de exigencia e incluso de obligación moral. Ha de liberarse de pesadumbres y constricciones que sólo soporta quien tiene vocación de poder o de servicio al bien común (que no es lo mismo).Si se es responsable no se es tan fácilmente feliz en esa actividad.

Seguramente le atormenta el triste final de su aventura y arriesgado ensayo de felicidad. No el desenlace sino los prolegómenos.

La caída del héroe llegado a la cumbre es la esencia de la tragedia según Aristóteles. Puede que no sea así pero viene al caso. Albert estaba por llegar a la cumbre y tal vez hubiera llegado, quien sabe. Estoy convencido que no le reconcome no haber llegado. Su ambición política era honesta, buscaba con ella el bien común. Le angustia que su fracaso fuera el fracaso de la reconciliación. Le angustia su responsabilidad en ese fracaso. Por no saber pudiendo saber o porque sabiendo no se atrevió a hacer lo debido.

Cualquiera puede saber lo que pasó. No se atrevió a emplazar a Sanchez proponiendo un gobierno de unidad nacional. No se atrevió a machacar a Sanchez con esta propuesta por todos los medios propagandísticos a su alcance cuando el mensaje y la imagen le era propicio. Seguramente Albert lo sabe ¿qué le impide todavía afrontar lo que sabe? ¿lo desvelará el Libro? Es dudoso por que quizá lo supera.

¿Pero qué le pasó entonces? ¿Qué le impidió aprovechar una posición tan ventajosa? Tienen aquí los historiadores y comentaristas una minúscula duda, nuestra duda casera y bien ramplona en comparación con la incógnita que suscita que Anibal dejara la oportunidad de tomar Roma o que los aliados permitieran la victoria del ejercito rojo troskista en la guerra civil de Rusia.

Se dice que ebrio de poder Albert trató de erigirse en líder del centro derecha. No lo creo pero si así fue se trató de una huida hacia adelante. Albert fue la verdadera víctima de la convulsión que significó la llegada de VOX. Sanchez el gran beneficiado. Hasta entonces, a Albert, todo le iba viento en popa y la nación podía tener la esperanza, bien justificada, de que acabarían marchitos los proyectos frente populistas.

Pero le temblaron las piernas y se le paralizó la inteligencia. Lo paralizó el miedo a que VOX lo devorara si pactaba con Sanchez, o más bien si se atrevía a proponer el pacto. Incauto creyó que si denunciaba las verdaderas intenciones de Sanchez el pueblo lo entendería y seguiría y Cs se libraría de la amenaza de VOX. Porque además desde su aparición VOX no puede ser otra cosa que la imagen sanchista cainita de VOX. Veía que el Dr. iba a convocar elecciones sí o sí y que entonces lo devoraría. Edipo y sus epígonos. Naturalmente ya no es tiempo de arrancarse los ojos por el pecado de ignorancia cometido, y uno mismo es el que menos lo desea.

Pero ahora, entonces, con VOX de coartada, el partido se jugaba en la cancha de los ya Picapiedra y como dice Doña Cayetana con el tablera inclinado. Cuando el miedo agarrota no se ve lo obvio. ¿Qué forma mejor de desbaratar la estrategia de polarización inmisericorde que la de ofrecerse a una sincera colaboración de gobierno de coalición? ¿Cómo podía justificar el Dr. unas nuevas elecciones si había una alternativa plausible que las hacía innecesarias? Aunque lo que de verdad estaba en juego era la posición de salida en la nueva carrera electoral ¿no hubiera salido Cs en la mejor posición, mejor que la de los Picapiedra incluso por mucho que alentaran estos la Cruzada contra los “fachas”?

Pero estábamos en lo de la felicidad. Tiene todo su derecho a buscarla y a tenerla a su manera, faltaría más. ¿Pero es consciente Albert del mensaje que da? Es el propio de un pipiolo de la política, el propio de la pipiolez política inserta en la vida normal de todos los normales. Tal vez a pesar de las apariencias que avalan su habilidad, desenvoltura, inteligencia y honestidad, sólo ha sido un pipiolo. Desde luego nunca ha sido un animal político y eso es lo más decepcionante. ¿O tal vez no se atrevió a serlo?

Es el mensaje de que la felicidad es para la vida privada y para lo público valen otras cosas, incluida la diversión. Tal inseparable condición entre lo público y lo privado es impensable en “los políticos profesionales”. Desde luego Albert no lo era in pectore y lo lleva a gala. ¿Pero puede llevar a gala meterse en política hasta los tuétanos cuando hay en peligro algo más que una sensibilidad u otra y no ser político hasta las últimas consecuencias?. Cuando se atrevió a hacer frente a quienes están dispuestos a cargarse por las bravas o con finuras la unidad nacional, que es la condición de la existencia de la política como actividad decente.

Su idea de la felicidad, la común, sólo es posible decentemente en sociedades libres, por mucho que una cosa sea la vida privada y otra la pública para quien se mete a la política. En estas sociedades el particular puede llevar su vida privada incluso apolíticamente o atendiendo a la política como si esta fuera un espectáculo que discurre a su aire. En estas sabe que la libertad y el derecho que le permite ser feliz a la vez que ciudadano están garantizados, de la misma que en nuestras sociedades desarrolladas el margen de bienestar no está menos asegurado muy generalizadamente.

No es por ser cenizo ¿pero se puede ser feliz sin amargura en sociedades como la del País Vasco, y ahora en Cataluña, por no remontarnos a sociedades víctimas de la ferocidad totalitaria no tan lejanas y no tan pasadas? Me refiero a ser feliz sin estar mentalmente rehén del fanatismo imperante.

¿Está España en las condiciones “de normalidad” que permiten ser feliz en la vida privada y a la vez poder ser lo como ciudadano? Es decir sin ser un héroe. ¿Está seguro Albert de que estamos en esas?

Por poco que se escarbe si así lo cree es que ya ve las cosas de otra manera. Porque se le puede reprochar lo que se quiera pero Albert era sincero, quizás demasiado sincero, y además muy leal a sus convicciones. Puede presumir y lamentarse de que sus temores están archiconfirmados y todavía más de lo imaginable. Seguramente lo hará. Pero ya su cabeza esta dividida. La política pasa a ser espectáculo en lugar de compromiso. Desde fuera puede seguir pensando como antes y sacar consecuencias. Pero ver la política como un espectáculo sólo es privilegio de los ciudadanos libres por derecho de ciudadanía. ¿No es esa condición tan elemental la que está en peligro de verdad y no sólo como una ficción de serie televisiva al uso?. Por eso quien es así privadamente feliz tiene que estar dividido como el espectador que al ver una película aparca sus problemas y felicidades y vive la vida ajena, precisamente porque esta es virtual. 

¿Es virtual lo que ocurre? 

Post.

Que conste que no he leído su libro, todavía.

A FONDO PERDIDO. II

*¿Por qué le llaman República cuando quieren decir Comunismo?

-Todavía hay demasiados comunistas blandengues y una inmensa mayoría de adeptos despistados. 

-Una concesión a la historia, son así de sentimentales nuestros comunistas.

-También al comunismo le llaman populismo, qué más da.


*La Diarquía moclovita ya forma un equipo perfecto con duda existencial incluida: ¿Castro o Perón? El tiempo lo dirá, pero sin quitar el sueño, que los dos se pueden avenir a lo que sea.

Además diferentes talantes y sensibilidades que se complementan. Sanchez todo figura, intuición, instinto y audacia, que los lobos no necesitan ir a la escuela. El Moñetas tenía que presumir en la Uni y en Vallekas a la vez, estba llamado a ser justiciero de la historia, pero bien leído, o más bien teleseriado.


*El Patriarca F. Gonzalez con el Rey Lear: “...entonces, nos querían sólo porque mandábamos?”

-Si le ayuda a pensar: el GAL y la corrupción lo llevaron al purgatorio, pero las consecuencias de la LOGSE lo han condenado. La LOGSE como la revolución, se traga a sus hijos.


*¿Se rebelará el PSOE decente?.

Desconozco si existe pero permitirme una comparación odiosa. ¿Se rebelarían los católicos si accediera al papado un teólogo de la liberación confeso? Pues eso.

Concretemos la odiosa comparación: 

La renuncia a asistir al quinto centenario de la única Doctora de la Iglesia fue la señal del sentido del papado. La tramitación de los indultos y la preparación de la Amnistía, la exclusión del Rey de Cataluña, son el mensaje del sentido del Gobierno de Koalición.

Algunos se consuelan: por sacar adelante los Presupuestos haría Sanchez cualquier cosa.

¿Sólo se trata de los Presupuestos?


*Ya tenemos recesión y secesión. La solución del mal: multipliquemos las republiquetas y no quedarán “ricos”, se irán los que queden sino...


*Albert purga pecados en las teles y tertulias. El pecado de candidez al creer que en España la verdad iba a misa, o a la Moncloa. Inés cree haber aprendido la lección. Más cándida aún pide en el túnel del tiempo un billete para coger el tren que se les escapó en el 17, con Sanchez de taquillero. Sino con la verdad igual al pueblo se le gana con hábitos de santidad.

 

*Del Blog Argos de Santiago Gonzalez:

“Debemos estar enfrente de cualquier intento de normalizar o blanquear a una fuerza política que sigue siendo incapaz de condenar más de 850 asesinatos y que sigue ensalzando a los terroristas que los cometieron”. (Victor Trimiño, elegido secretario de las Juventudes socialistas del País Vasco)

Hace veinte años la pregunta sería ¿como es posible Eguiguren?, ahora obviamente la pregunta viene a ser ¿cómo es posible Victor Trimiño? El tiempo ha demostrado que lo de Eguiguren no fue un milagro, ni un despiste al azar. ¿Tiene alguien alguna idea de por qué es posible Trimiño? ¿Es sólo un milagro o un descuido? Estoy bastante asombrado.


domingo, 20 de septiembre de 2020

AGOTADO DR. SIMÓN.

            El Dr. Simón es uno de esos afortunados personajes que parecen haber nacido para gustarse a sí mismos. Para quien tiene esta pasión el mundo con sus dramas y tragedias es un rumor que se insinúa emboscado en la inescrutable lejanía. Quien pasa a ser además figura televisiva con todos los focos y atenciones en su torno corre el peligro de idolatrarse. El Dr. Simón no es un héroe a contracorriente de las tentaciones del mundo y ha sucumbido a la imagen de sus encantos. Tiene que ser por encima de todo estrella de sí mismo.


            Pero el Dr. se cansa y agota cíclicamente. Recurre a vacaciones excitantes y aventureras, además a la vista de todos. Es bueno compartir el gusto por uno mismo, multiplica la satisfacción. Ha evitado parajes más plácidos, algún balneario, alguna playa discreta e hipnotizante, por ejemplo. Señal de que no es lo excitante de su labor, la encomendada, lo que lo agota. Más bien parece que lo agota el aburrimiento.


             ¿Por qué el Dr. Simón se aburre? ¿no tiene nada que hacer? Sin duda que hace mucho, pero con poca ocasión para la pasión. Anda abrumado de cifras y gráficos que seguramente se ha de comer y guisar sólo. Eso va atrofiando. Pero tiene un respiro para su creatividad y estimarse en su justo valor. No es poca cosa tener que sintonizar el mensaje público con el dictado recibido, en medio de la vorágine de indiscreciones de la turba mediática con la que ha de verse. Pero en esto también los hados son propicios. El grueso de los emisores que cuentan son comprensivos y promueven su gloria.


             Tiene una labor refinada que requiere mucha concentración. Es lógico que tenga algún desliz y se le escape alguna amenaza. Como la de tornarse una nariz con un dedo dentro. Pero todo es pasajero. Vueltas las aguas a su cauce se aburre.


             Pero su cuota para la creatividad se quedaba cada vez más estrecha y menguada. Porque encontró inmediatamente de forma natural el punto de satisfacción y eficacia que su comendador precisa. Coser y cantar. El mensajero y el intérprete sabe mejor que su mandatario lo que este quiere. Todo acaba aburriendo.

             Podría tambalear la rutina ponerse a descifrar el contexto donde adquiere significado la diferencia entre 30.000 y 60.000. Seguramente de hacerlo como a cualquier persona de buen corazón se le caería encima tal plancha que lo haría polvo. Pero por suerte no lo tiene encomendado. Hacerlo es propio de quien dedica su vida a la Razón de Estado, o, por ser más precisos, a la Razón de la Causa. Para esto éste se basta y sobra.


             Es lo justo que por la noche el Dr. Simón descanse a pierna suelta. Tal vez tenga un recuerdo para todos aquellos a los que les ha alegrado la vida. Lleno de orgullo ahí está su contribución a la imaginería popular, con su estampa de diablo educado de toda corrección y de gélida inocencia. Promesa incluso de tiempos poco convencionales. Saludos virtuales para su club de Fans. ¿Algún recuerdo para los díscolos? Tal vez alguna sonrisa irónica. La que según cuentan tenían los dioses olímpicos cuando se acercaban a los asuntos humanos como si de una comedia se tratase rebosante de quejas y maldiciones. ¿Para qué pensar mal si se han acompasado los aplausos urbi et orbe.? ¿no incluían también a su persona?


            ¿Pero no se le puede subir el estrellato a la cabeza? De no dar el salto a personaje virtual liberado de la carga que impone el engranaje de “la responsabilidad” podría tornarse un personaje melancólico. El verdadero Dr., el Dr. más Dr. que imaginar quepa, debe estar en ello. Éste tan cansado como está no vino por mí sino por el PP., viene a comentar. No puede ir mucho más allá pues han convivido osmóticamente, ¿o sí? Con la vuelta otoñal el Hado de la Causa reflexiona. Si el destino es el estrellato de andar por la tele, que su público lo disfrute y bendiga.


            También se puede reflexionar de otra manera. Sabemos mucho por desgracia de la banalidad del mal. ¿Sabemos algo de la banalidad del bien? En cuanto al buen buenista me refiero.



viernes, 18 de septiembre de 2020

A FONDO PERDIDO

*De táctica y estrategia:.-

¿Qué creen Vds.? ¿Viene la “memoria democrática” para tapar el desaguisado del COVID? ¿o es el caos y la polvareda a propósito del COVID la ocasión pintiparada para pegar un buen arreón “constituyente”?

Lo primero es picaresca chapucera aunque seguramente efectiva, lo segundo es clarividencia.

Esta es la clarividencia del Dr. Perfecto: 80 para ajustar cuentas con Franco, ¿qué menos que otros 80 años para que se ponga en claro la gestión diarquica del COVID.?


*Paseo cultural como guerra cultural.-

Don Quijote arremetió contra molinos de viento imaginando que eran gigantes. Nuestros Diarcas P&P dan lanzadas a sacos de harina haciendo creer que son Monstruo titánicos.


*Actualización ontológica.-

Si ya es cierto que sólo existe lo televisible, también lo es que los muertos teleinvisibles no existen.


*Toque frívolo.-

Vamos a mejor, los tertulianos/as y los famosos/as son cada vez más guapos/as y glamurosos/as.



*Presagios.-

A rastras de la historia somos los más novedosos. La Guerra Civil fue el laboratorio de la II GM, la COVID el laboratorio de una tiranía democrática dual, finamente biCesarismo, en las barbas de la exquisitamente democrática Europa.

Claro, será “democrática” si cuela en Europa.

 

martes, 8 de septiembre de 2020

LA RESPETABILIDAD DE LA SRA. ARRIMADAS

 

La Sra. Arrimadas no puede disimular que se ha lanzado al ruedo sanchista por desesperación, aunque sinceramente crea hacerlo por sentido de Estado y deber patriótico. 

El problema es cuanto la necesita el Dr. y para qué. ¿De adorno? ¿por imprescindible urgencia?. ¿Lo tiene claro la Sra. Arrimadas?, ¿tiene idea de cuanto cuesta?. Es de temer que mientras la mueva la angustia de la desaparición no está en condiciones de apreciar su verdadero valor y lo que puede exigir. 

Tendría que empezar a poner a prueba al Dr. ante la opinión pública. Fantasea si espera que la opinión pública la salve por tener “sentido de Estado”, cuando es notorio que el Dr. juega a la carambola de los “Presupuestos respetables” y la “Mesa de la “Nueva Catalunya””. Sólo si impide esa carambola podrá aspirar a recobrar Cs su respetabilidad.