viernes, 15 de enero de 2016

¿HACIA UN GOBIERNO BOTELLÓN?



Comentario que envié al blog ARGOS de Santiago Gonzalez EL 13-1-16.

Cuando se reanudó “Procés constituyent” creí, como era de sentido común, que Sanchez, por muy loco que esté, tendría difícil resistir la presión para echar una mano a un acuerdo nacional. Pero algunos reputados analistas ven ahora más posible un Gobierno de izquierdas y creo que con alguna razón. Al menos antes era imposible pasar por la condición del referéndum y ahora esto puede quedar aparcado con cierto disimulo. Sin las elecciones catalanas en el horizonte, ya no tiene la Sra. Colau ninguna necesidad de agitar el fetiche del referéndum y los socios separatistas de todo pelaje de Podemos pueden esperar al desenlace del Procés.
De querer Sanchez y Pablemos llegar a un acuerdo, tendrían que salvar el escollo de qué hacer con el Procés ya desencadenado. Creo que a ninguno le importaría que saliera adelante la independencia catalana, si esto no les pasa factura. Como no parece verosímil que así fuera, tendrían que aparentar firmeza y estar abiertos al “diálogo”. Rajoy, aunque todavía no estábamos en situación tan crítica como ahora y suponiendo que éste sí desea la unidad de España, ya les marcó el camino de cómo aparentar actuar y no hacer nada para no alarmar. Podrían seguir su ejemplo, ahora ya con más riesgo(*): impugnar y seguir impugnando el desacato de la impugnación.
Si con esto se consigue esconder la inacción habría margen hasta que la ONU ya admitiese al nuevo Estado en su seno. Hasta entonces siempre se puede decir que hagan lo que hagan y pase lo que pase están en la ilegalidad y mientras que que la independencia no sea legal no existe.
Me extiendo para justificar que el acuerdo depende de que a Podemos, ya sin precisar abiertamente de la condición del referéndum, le interese más que las elecciones anticipadas,y que los barones socialistas lo acepten como mal menor, antes que ir a nuevas elecciones, porque esperar algo de cordura en las filas socialistas ya es síntoma de senilidad.
(*)

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