Siempre la obscenidad del mal podrá con la banalidad del bien.
La política es el único ámbito en el que el bien no puede ser banal. Entonces la obscenidad del mal crece exponencialmente.
La No-censura, cuando los motivos psicológicos pueden más que las razones políticas. El miedo de Feijóo y su cúpula a que la audacia del obsceno lo deje malparado.
Feijóo o los últimos que creen en el Tiqui Taca.
La malversación benéfica o el Derecho del Partido al expolio de la gente por el bien de la gente. O lo que no mata engorda.
Sz. se empeña en demostrarnos que hemos vivido casi cincuenta años en la inopia.
Promete a los suyos victorias y escarmientos para el enemigo, los bienes para los suyos vendrán con las victorias. Una táctica simple que requiere mucho valor e impudicia. La victoria lo tapa todo.
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