*El separatismo catalán sufre de una irredimible incomprensión de sí mismo que le induce a preferir que Barcelona sea cabeza de ratón que diente de león.
*El mayor triunfo de los maldecidores es haber convertido a España en una maldita. Para los maldicientes merecidamente, para la inmensa mayoría porque mejor callar si el río suena.
*En España se silba el himno y ningunea la bandera para que nadie se los apropie, es amor desinteresado.
*¿Por qué al “no es no” le llaman “sí es sí”?
*Del noísmo al seísmo según toque.
*Feijóo se fía demasiado de los viejos adagios, por ejemplo este:
“allí donde el sabio calla, el necio habla y mete la pata” (Proverbios 21, 19)
Porque el necio no sólo mete la pata sino también la coz, y hace daño.
*La procesión hacia las próximas elecciones agolpa a todos los mirones a la espera de que pase el cadáver del presidente solar. Paciencia versus resiliencia.
*El honor de la iniciativa recae en la longevidad fáustica, inoportunidad y comicidad sobrada de dignidad. ¿Veremos frente a frente al Dr. Faustamames y al Dr. Frautomas para vergüenza de quienes no se han atrevido a retar a la indecencia por el “qué dirán”?
*No se valora suficientemente el "pánico escénico" que, en las lides retóricas, provoca el Dr. Fraude en las filas de la oposición y especialmente en el “Caballero del qué dirán”. Es la ventaja de los matones sobre los caballeros.
* Para los maldecidores lo único bendito de España es el "cine español"
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