De cuajar definitivamente las autonómicas y locales son más que una derrota de las izquierdas. Handejado al borde del K.O. a la podemización de España que trata de llevar a cabo el sanchismo.
Tampoco es sólo una victoria de la derecha o un simple recambio, por profundo que este sea. Hay indicios de que la derecha está sacudiendo sus complejos y tal vez se atreva mirar a la cara a los que le niegan legitimidad, como coartada para cancelar el régimen constitucional. Impagable el ejemplo de I.D. Ayuso, ya el alma de la derecha. Feijóo tiene por delante un nuevo horizonte discursivo, no puede seguir con la “gestión y sólo gestión”. A pesar de todo parece más receptivo a la realidad que Rajoy.
La izquierda sólo puede agarrarse al hiato entre PP y Vox, pero la “alerta antifascista” está muy desgastada y para que funcione algo depende de la conservación de la lealtad inquebrantable de la corte mediática. Pero es fácil que ante un porvenir aciago se cuartee. Sobre todo cuando en la opinión pública ha calado “que te vote Chapote”
La izquierda mentalmente colapsada. Pero también está al borde del vacío ideológico. Sin saberlo Sanchez se ha tornado un personaje tan trágico como maldito, corroído por su desmesura y no menos por su miedo. Pero sin grandeza ni rasgo de verdad alguna al estilo de sus mentores Ricardo III o Lady Macbeth. Ha provocado que se destape el vacío ideológico del socialismo hispano al tratar de taparlo con el empaste ideológico del podemismo.
El PSOE tiene que elegir entre supervivencia o morir matando. Pero parece que está demasiado muerto para poder matar. Pero también puede delirar al haberse instalado en la imaginería.
El proyecto de seguir podemizado en los cuarteles de invierno parece la cuadratura del círculo. La mancha bilduetarra y la de la protección del Procés es indeleble. Amenaza con desacreditar cualquier futura política de oposición y minar la fe de los adeptos.
Y si el PSOE no se despodemiza ¿qué puede hacer? ¿cómo lo puede hacer sin catarsis? Lo digo porque es importante para España.
Al hipotecarse a Sanchez el PSOE ha entrado en un círculo trágico. Su único “éxito”, la batasunización del País Vasco y el rescate del Próces, es no sólo su delito electoral sino además la exposición de las más infames vergüenzas del socialismo, vergüenzas que desde la transición estaban tapadas y que su inhóspito líder se ha atrevido a airear.Pero sobre todo es la promesa de su ruina.
La izquierda tiene un problema más profundo que el de la definición de su proyecto de oposición si llega al caso. Tarde o temprano, ya más temprano que tarde, va a tener que definirse ante la nación, su nación. También los suyos necesitan de esta definición, ya no pueden seguir haciendo el avestruz. Tiene que definirse por reconciliarse con la nación o por avenirse a su disgregación. Y demostrarlo con obras. Mientras no de el paso será sospechoso de lo segundo.
Porque la batalla de todas la batallas sigue siendo la cuestión nacional. Y en esta etapa que se abre de la forma más cruda.
Sanchez ha dejado activada una bomba de relojería en el País Vasco y Navarra. Amén de la del TC. Es la peor noticia posible para España. Pero en parte lo compensa el desastre socialseparatista de la C.Valenciana y Baleares. El fracaso dels “paísos catalans”es la mejor noticia para España y no sólo para la derecha aunque la izquierda no lo sepa. Nada puede dejar más tocado y cojo al procés. El separatismo catalán ha de entregar el testigo del procés a los bilduetarras, como hizo en los tiempos de plomo.
Si se quedan unos y otros sin el amparo sanchista en el poder no podrán emprender una aventura directa al albur de que la avale el TC. Tampoco podría permitirlo el bloque del PSOE pues desaparecería. Tendrán que conformarse con rehacer el frente nacionalista con el PNV. ¿¡Tan largo me lo fiáis!?
¿Será posible congeniar el nuevo Procés batasunizado y los regaños socialistas?
¡Pero Sres socialistas defínanse por favor!
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