Desde el punto de vista de la pura politología el sanchismo es un fenómeno inédito que plantea un problema no menos inédito. ¿Es posible en el corazón de la U.E. una dictadura de perfil bolivariano? ¿como sería posible? Por ahora Sanchez procura conservar los acuerdos básicos con el núcleo director de la U.E. y a la vez acaparar interna y externamente el prestigio europeísta de la socialdemocracia felipista. Pero sus pasos son cada vez más solemnemente "disruptivos" (como se dice ahora). Mientras que los intereses creados y la claridad y voluntad europea son inciertos e imprevisibles.
Tan inaudito es que siga mandando como que se vaya. Si esto fuera una democracia normalita sería inaudito que siguiera mandando. Si esto fuera una dictadura, especialmente una dictadura de izquierdas sería inaudito que se marchase. Estamos como en tierra de nadie y a la intemperie. Lo único claro es que a un candado bien cerrado le pone otro candado más grande sin que se atisbe el fin. O quizás sí. El desalojo de la Corona.
Por ahora tiene con la corona la misma táctica que con la U.E. Sólo que de Europa depende económicamente y formalmente y de la Corona sólo depende formalmente y en parte sentimentalmente. Es consciente de que, monárquicos o republicanos o indiferentes, la inmensa mayoría de los españoles sienten la corona como parte imprescindible de la democracia y de España.
Ha unido de un sólo golpe su interés personal familiar más sórdido y abyecto con el desmantelamiento legal y sentimental de España. Ha hecho un sólo paquete con la sepultura del Estado de Derecho, la imposición de la confederación hispano(?)-catalano-vasca por la fuerza de los hechos y la salvación familiar de la vergüenza y de la ley. Tres candados en uno.
Pero su fuerza no es mágica ni meramente maquiavélica, aunque en esto también. Es una convergencia de los intereses tribales separatistas, (intereses que la democracia no ha sabido, querido o podido combatir), con el impulso sectario de la media España perennemente encabritada, la España de izquierdas con mando ideológico en plaza.
Pero el paquete no puede mantenerse intacto si no se cierra contundentemente. Los asociados no sólo tienen que vencer para seguir juntos. Necesitan consagrar su triunfo simbólicamente. Necesitan un régimen perdurable y sin tapujos. Por eso he aludido al desalojo de la corona. Todo a su tiempo. Por ahora hay que cerrar el paquete para que esté a punto el último candado que deje todo bien consagrado.
¿Importa algo en este pandemonium la "gobernabilidad"?
No hay comentarios:
Publicar un comentario