Al Dr. Sanchez se le puede tomar en broma o en serio. Es lo natural
tomarlo en broma y creer que cuando ya no pueda seguir volando con
los independentistas y podemitas lo hará con Cs. Porque produce
vértigo tomarlo en serio.
De tomarlo en serio
sólo cabe una lectura de sus desmanes y traiciones. Desde que
desapareció la autosuficiencia felipista y mandó ZP el PSOE se ha
encomendado al paso que marca el nacionalismo y no puede volverse
atrás sin apostar a la unión con la derecha para desmontar el
separatismo.
Pero eso es
metafísicamente implanteable, pase lo que pase.
De una forma u otra,
con todos los escándalos, vergüenzas y veladuras imaginables, la
alianza con los separatistas tiene que llegar a su meta, un sistema
confederal abierto a la autodeterminación.Tal perspectiva ha transformado al socialismo en una secta y sólo apurando este elixir la
secta socialista cree que encontrará la paz y un gobierno
definitivo. Siempre ha creído llegar a ese extremo de forma
impoluta, sin llamar la atención y sin provocar efectos colaterales.
En el mejor de los casos los más ingenuos y en teoría doctos y
avezados, (Margarita, Borrell, Barones..etc) creen que pueden estar
mareando eternamente la perdiz mientras los separatistas se aburre y
se conforman con tenerlo todo, conservando eso sí las formas, sin derecho
de autodeterminación expreso. Vamos una especie de Confederación suiza con derecho de todos a hacer risas.
Pero el Dr. Sanchez anda a su bola y
ya ha dado el paso necesario para demostrar que está dispuesto a
“Resistir” cualquier escándalo derivado de pisotear la dignidad
del Estado. Es de suponer que, además de su audacia, le mueve a
lanzarse por la pendiente algún consejo áulico apropiado a lo que
quiere oír: que el espantajo de VOX y la coartada de los
presupuestos junto con el control mediático dan suficiente margen de
maniobra.
Tomémoslo a broma
pues. Sólo es un turista cósmico patológico.
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