En dos entrevistas distintas, Pilar Rahola, "periodista
española" para un canal argentino y Felipe Gonzalez (el
hormiguero) amonestaron a su sanchidad. Dejemos de lado el juego al
que juega la dicha "periodista española". Felipe Gonzalez,
perdido el presente, y tan amargado como podría estar el Rey Lear,
ya juega para la historia y con bastante dignidad por cierto. Pero al
margen de sus opuestas direcciones, no fue casual que ambos pasaran
sobre ascuas en el asunto Begoña. Para la Rahola simplemente se verá
que no hay caso; para Felipe los familiares de los políticos son
sagrados. Nada más revelador de cual es el talón de Aquiles del
"puto amo". Si apareciera lo que hay se estrellaría con
todas las de la ley por muy alto que se haya elevado. Es una
coincidencia estratégica la de ambos "analistas".
Llegados a este punto la caída del lobo reportaría la ruina del socialpodemismo y del socialismo sin adjetivos. Un desastre para el secesionismo, que si algo ha demostrado es que no está para repetir el 34. Pero también algo insufrible para quienes como Gonzalez se han formado en la idea de que sólo el Partido Socialista tiene la verdad y la vida, aunque tenga que tolerar a "la derecha". La ruina socialista sería como la desaparición de la Iglesia para un creyente, por muy perdido que ande su pontífice. Lo peor es que este reflejo sacramental es lo que mantiene a flote al pendenciero de Sanchez. El sabe lo que dar a su tribu y como aprovecharse de los escalofríos y fantasmas de sus adversarios, perdón, sus "enemigos".
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