Creo que la amenaza in extremis de sacar el "paquete
habilitante" obedece a motivos muchos más graves que la
salvación familiar, como quiere creerse la oposición. Rufián marcó
el paso y conminó a Sanchez. Ese "Paquete" es condición
necesaria, aunque no suficiente, para renovar el Procés y conducirlo
a su destino final. Sanchez y la renovación del Procés dependen uno
de otro.
La coincidencia con el escándalo familiar significa para Sanchez la posibilidad de matar dos pájaros de un tiro. Hasta ahora Sanchez podía tener sus reservas para dar pasos firmes en la farsa destituyente. Las elecciones han servido para constatar que los suyos tragarán con todo y con eso basta y sobra, por eso no le puede temblar el pulso. Haría bien la oposición en concentrarse en dar cuenta de la dimensión del drama. La Familia es un pedrusco del muro pero no todo el muro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario