Sería sorprendente que los Picapiedra no tengan el placet y la
buenaventura de Jonqueras, además sin mucho asco de Puigdemont. No
es de imaginar que nuestro Pícaro audaz juegue con los separatistas
como lo hace con la opinión pública/publicada. Para esta metrópolis tan colonialista reserva sus prácticas más obscenas y escabrosas, para aquellos un
exquisito respeto reverencial.
Aprovecharse del
ascenso de “la ultraderecha” para amañar lo ya urdido
complaciendo a la podemez de podemitas y podemizados propios y ajenos
es casi de ley. Pero hacerlo como un rayo es señal de que sigue tan
en forma y despabilado como siempre, a distancia sideral de la
parsimonia de sus (para él enemigos) beatíficos adversarios. No les
ha dado ni tiempo a que se piensen una oferta constructiva que lo
pudiera poner en evidencia. Tenerlo ya pensado no parecía de
caballeros para una democracia que tendría que ser la mansión de
los espíritus galantes.
No extraña que en
la región mediático política ajena al universo guerracivilista
sigan imperando los beatos del “aquí no pasa nada o no es para
tanto” y del “vaya torta se van a pegar”, afectos ahorapor
fuerza al “¿¡cómo puede ser esto¡?”.Lo demuestra el hecho de
que ante la escalofriante sorpresa no se encuentre otra explicación
que el “narcisismo” y la voracidad de poder del Dr., este deseo
promiscuo de ir “con Juana o con su Hermana”.Es la misma beatería
que induce todavía a seguir pensando que lo de la escandalera
separatista es la cortina de humo de una mera maniobra mercantil.
Por si no
estuviese claro Sz siempre ha preferido, ha querido, a la hermana
podemita y sólo a ella. Aunque tuviera el arrebato, quizás inducido
por el miedo a lo que le puede deparar una criatura fatal, de
quedarse con la exclusiva del Frente Popular y de la Podemez. Su
único motivo de insomnio es que desde Cs le viniera una oferta que
lo pusiese en evidencia. Ahora ya incapaz de quedarse con la
exclusiva del Frente Popular corre que se las pela para que no sea
Casado quien no le deje dormir.
Se analiza la
consistencia ideológica y moral del citado Dr. y se concluye
sabiamente que no tiene ninguna. Seguro, pero ¿acaso eso importa?
Todo para no ceñirse a lo evidente: que Sz., convencido o hipócrita,
ha unido su suerte a la podemización del PSOE y al guerracivilismo
revisionista zapateril, que así ascendió al cielo y así “resiste”,
ahí de donde no puede salir. O todo o nada.
Que el muy pícaro
no tenga escrúpulo en mentir y embaucar no lo reduce a ser un mero
zascandil o un fulero desgarramantas. Lo innoble es el proyecto que
necesita de la doblez y el cinismo para abrirse paso y sostenerse ,
así como de un personaje tan neciamente audaz para hacerlo posible.
Porque hay que distinguir entre las mentiras y fabulaciones
destinadas a generar credulidad y falsas ilusiones y las destinadas a
ocultar sus intenciones y querencias.
Pues bien sabe Sz.
que su palabra solo lo ata a los suyos, aquellos con los que está en
comunión. Muchos no tienen en cuenta que ZP dimitió no por la
crisis ni el paro sino porque los suyos no admitieron los recortes a
que se vio obligado. Tanta era la felicidad que le había prometido.
Por ahora cosas como esa es lo único que preocupa a los suyos para
renegar.
Dependemos de lo que
Jonqueras e Iceta, con la sonrisa o el ceño fruncido de Puigdemont
al quite, escriban al pie de pagina y hasta en la letra pequeña del
programa. Aunque sea con letra invisible. Pero no en menor medida
todo pende de la complacencia o la indiferencia de la parroquia
socialista ante esta fase colaborativa del Prusés que va tomando
cuerpo y que promete el gustazo republicano para todos.
Es de temer que Sz
conozca a su grey mucho mejor que todos lo que andamos expuestos a la
ilusión filantrópica de que la democracia es un sistema en el que
sólo cabe gente decente. Incluso el riguroso Kant se dejó llevar
por el sentimentalismo cuando pensó que la democracia (el le llamaba
República, no Bolivariana por supuesto) es un sistema capaz de dar
cobijo y resistir a la vez a los peores diablos, sometiéndoles al
imperio de la ley. Pero bueno nadie debe ser más progresista que el
diablo, corre a mayor velocidad que la luz.
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