A propósito del laboratorio Frankenstein:
En la política actual no se debe subvalorar nada sobre todo la misma nada. Son tiempos nihilistas de todos los colores y en los que la nada nadea como diría el filósofo.
Desde ahora a “empoderar” hay que llamar “sumar”.
Ahora al grano: Creo que la boda depende del apoyo de Bildu y ERC a Pablenin frente a la estrategia sanchista de acaparación absoluta de la izquierda. Dado los inestimables servicios que Sanchez ha prestado a los separatistas y que promete seguir prestando no se me ocurre por qué se vaya a poner en riesgo la hoja de ruta, gozo “pragmático” del separatismo.
En este caso la “no intervención” equivale a avalar el “todo para Sanchez”.
Únicamente puede contar a favor de Pablenin su fidelidad probada a la causa separatista (hasta la complicidad ideológica) y el recelo sobre Sanchez por su insobornable soberbia, oportunismo y doblez. La traición del Sahara tiene que escamar si lo quieren ver. Tanto como que a pesar de su espíritu podemita Sanchez represente al socialismo, adscripción que repugna a los reflejos instintivos separatistas.
¿Valorarán por encima de todo la garantía que ofrecen los podemitas de control y freno de las posibles salidas de pata de Sanchez? ¿Hasta el punto de que esto pudiera poner en riesgo la continuidad de Frankenstein tras las elecciones? ¿Les interesa en este momento la estrategia incendiaria de Pablenin si esta va en serio?
Se deduce que en el horizonte más probable los separatistas tendrán que confiar absolutamente en Su Sanchidad. Sobre todo teniendo en cuenta que a Su Sanchidad nada de esto se le escapa.
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