viernes, 3 de junio de 2016

EL PÍCARO ANTE LA MONCLOA


Me refiero, como bien suponen, a Pedro Sanchez: Igual que el PSOE está en camino de ser triturado, como Convergencia, por su copia radical, el muy pícaro Sanchez maniobra, como lo hizo el Astut Mas en relación con la presidencia de la Generalitat, para saltar del descalabro a la tabla de salvación de la conquista de la Moncloa. Cree que la fortuna ha dispuesto las piezas para que lo que debiera ser motivo de vergüenza se torne apoteosis. Su plan concreto, no un futurible, es un gobierno frentepopulista “accesible” y para ello suplica a Podemos.

Tarea hercúlea sin duda. No conviene olvidar que el “gobierno del cambio” no se consumó por la negativa de Pablemos, a lo que ayudó el placaje de Rivera, pero de forma más ligera. El Coletas priorizó el “zarpazo” y la unidad con las confluencias separatistas, en bien de mantener viva la llama de una dinámica “revolucionaria” o, según dicen, “constituyente”. 

Sanchez ha elegido trivializar la amenaza del zarpazo y la esencia totalitaria de Podemos. Queda la duda de si lo hace así para alcanzar el gobierno a toda costa, y luego veremos, o si no lo denuncia porque no cree en la naturaleza totalitaria de los podemitas. Dejemos esto de lado ahora. El caso es que se limita a confrontar con Podemos en lo accidental e insignificante, para concentrarse en la crucifixión del PP. Ante todo hay que crear una atmósfera de potencial unidad de izquierdas. La madre del cordero es una fórmula de referéndum aceptable por los nacionalistas y algunos barones recalcitrantes. Que en política la cuadratura del círculo es posible si el pueblo traga.

Pero inopinadamente  la buena fortuna se puede torcer y le toca bailar con los ERES. Mucho temple se necesita. No se puede invocar, sin sonrojarse al menos, la corrupción del PP, argumento estrella, para justificar la negativa absoluta al pacto de gobierno entre demócratas o siquiera de dejar gobernar. Pero se sonrojará lo que haga falta, aunque, como sucedió en Cataluña con el asunto Pujol, el máximo beneficiario de esta vergüenza sea la copia radical podemita. 

¿Tendrá agallas la dirección del PSOE de salvar su honor denunciando por su parte la corrupción podemita? Lo más probable es lo contrario, teniendo en cuenta que Podemos se encuentra ante la alternativa de forzar el escarnio del PSOE o de dejarlo respirar para imponer las condiciones de gobierno más favorables. No puede hacer sangre del PSOE si lo necesita para auparse al poder sobre sus espaldas, con el riesgo añadido de que, de sentirse completamente acorralado, el PSOE se revuelva contra la franquicia bolivariana.

Así discretamente Sanchez tiene razones para no incordiar a Podemos a la espera de que un enfriamiento le permita salir vivo. Incluso puede contar con la carambola de que, con el destape de los ERES, el Patriarca Felipe parece más dispuesto a adaptarse a la podemización del PSOE y a no poner chinitas en los Zapatos. Siendo así, la discrepancia sobre el apoyo a los encausados resulta a este respecto irrelevante. Lo único claro de todo el embrollo es que si el PSOE queda tras Podemos la formación de gobierno será una ruleta rusa en la cabeza de los españoles y que si se conserva su posición tendrá que pedir árnica a los podemitas, lo que es lo mismo.

Si el plan del otro pícaro, el que no está ante la Moncloa porque la ocupa en funciones, ha sido desmontar al PSOE y de paso pegar un buen arañazo a Cs, no le puede ir mejor. Hay que reconocerle su temple de verdadero jugador, el que está dispuesto a jugárselo todo en nuestra cabeza a la ruleta rusa, teniendo casi todas las de perder. ¿Será capaz de convencernos, como pretende, de que tiene, que tenemos, todas las de ganar?.

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