viernes, 29 de septiembre de 2017

TODO EMPEZÓ CUANDO...


Una guerra incivil, luego cuarenta años de dictadura y arrogancia, después cuarenta años de democracia y gilipollez.
La primera revolución nazicomunista en el cogollo de Europa y en una acreditada sociedad abierta y de bienestar.
Primer caso de desnacionalización de una nación ya sobradamentemente nación, aunque no todos lo sepan y a más de la cuenta les de asco.

Todo empezó cuando el pueblo creyó que democracia significa fiesta y las élites se pusieron a pagar la fiesta.

Todo empezó cuando las izquierdas creyeron que desnazificar significa desnacionalizar.
Cuando propalaron que patriotismo significa franquismo.
Cuando se embelesaron con los protonazis realmente existente como si fueran aliados progresistas y demócratas.
Cuando creyeron que el buen ciudadano ha de ser un sabueso de fachas y como mínimo llevar siempre disponible la palabra facha en la boca.

Todo empezó cuando las élites de derechas asumieron que resultaban sospechosos por existir.
Cuando se refugiaron en la ilusión de que la política es el arte de tramitar expedientes, apañitos de sofá y de vez en cuando hacer charletas de casino.
Cuando creyeron que no pasa nada aunque parezca que pasa algo.
Cuando creyeron que no pasa nada si a la gente se le convence de que no pasa nada.
Cuando creyeron que a la gente se les convence de que no pasa nada si hace como si no pasa nada.
Cuando creyeron que el pueblo sólo pretende llenar la barriga y que se le deje dormir en paz.
Cuando creyeron que los protonazis eran socios, aunque un poco pillos.
Cuando creyeron que la verdad es una provocación.

Todo empezó cuando las teles comprendieron que la explotación de la bronca y la camorra era el negocio más lucrativo. Que más la vemos cuanto más miserables, explotados y oprimidos nos creemos.
Todo empezó cuando los maquiaveliños despertaron el monstruo para que el pueblo, por miedo invencible, disculpase su corrupción o la pasase por alto.
Todo empezó cuando el monstruo se fue de cañas con los verdugos de la nación y la democracia.
Todo empezó cuando los “desnazificadores” creyeron que con la revuelta (“que no es una revuelta sire, que es una revolución”) se acaba con el maquiaveliño.
Cuando hicieron causa de que lo único que importa es acabar con el maquiaveliño.
Todo empezó cuando el maquiaveliño temió que el pueblo le hiciese pagar que se acabó la fiesta.
Todo siguió cuando el maquiaveliño creyó que si prorrogaba la fiesta no podía pasar nada.

Todo acabará cuando al pueblo le duela más quedarse sin fiesta que quedarse sin nación.

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