sábado, 24 de octubre de 2020

EL SUEÑO DE CASADO II

 

A pesar de los pesares resulta impensable que la dirección del PP aspire a gobernar con el PSOE sanchista podemita y que ni siquiera vaya a insinuarse para ello. Hay que creer que aspira a reemplazarlo y por lo visto imagina que sólo neutralizando los puntos críticos de la propaganda sanchista puede lograrlo. La fórmula mágica de la neutralización es dar la razón al quehacer publicitario socialista podemita, la caricaturización de VOX y la insana dependencia del PP. Como por ensalmo se desprendería de la oprobiosa imputación que lo tiene paralizado y quedaría romo el discurso frentista. La decapitación de Cayetana y sobre todo la escandalera de ruptura y presunto ajuste de cuentas con VOX son el tributo al Salomé gubernamental. 

Cuánto hay de exabrupto pasional o de calculado exabrupto en la escenificación del “ajuste de cuentas”, se me escapa y desconozco que sea lo más importante. Quizás el paso del infierno al cielo, o al menos en el Limbo, donde cree Casado que se ha instalado como antesala del Cielo, mueva tanto a extremas pasiones que sofoquen la angustia del peligro selvático en que uno se mete, como a grandes alardes de demonización del mal que avalen la bondad del aspirante.


Casado ha optado por una defensa semejante a la de Rivera cuando vieron amenazados su patrimonio electoral por el ascenso de VOX. Sólo que mientras Rivera extremó la crítica al sanchismo sin apenas entrar en confrontación con VOX, Casado se ha lanzado con todas las armas y bagajes contra quien, le guste o no, es su familiar político, esperando así sino el beneplácito público inmediato quitarse el lastre que le impide conseguir su beneplácito en el futuro.


Cabe preguntarse ¿A quien se dirige Casado? ¿a quien espera ganarse? Seguramente en principio a nadie en especial y a todos en general. Sólo puede imaginar que el reblandecimiento de su imagen monstruosa ante el público socialista disuada a este de seguir apoyando al podemismo sanchista sólo por miedo al “frente de la ultraderecha”, cuando haga erupción la catástrofe social y económica. Es decir que se vayan a la abstención mientras se deja oír la demanda de una necesaria alternativa. Mientras que los adheridos menos pasionales de VOX, comprenderán ante la descomposición sanchista que más vale  gobierno en mano que inútiles cabreos volando.


Pero mientras tanto las derechas van a verse envueltas en todo tipo de guerras, guerrillas y confusiones alentando cada uno por su parte el “narcisismo de las pequeñas diferencias”. Porque a no ser que VOX pierda del todo la cabeza y se acerque al muñeco monstruoso que la agencia publicitaria monclovita ha inventado y a no ser que Casado la pierda a la espera de que Sanchez se vuelva serio y responsablemente patriota, ambos están condenados a coincidir en lo esencial y en gran parte de lo accesorio, sin que los puntos de diferencia objetiva, no retórica, apenas den para debates entre entendidos y sabihondos. La única pregunta es ¿cuanto está dispuesto Casado a conceder a Sanchez para demostrar que no es un "facha hipócrita"?

Porque Sanchez no es ningún lelo sino más bien un consumado pícaro, en lo que a la dimensión maquiavélica de la política se refiere, y menos aún estamos ante un socialdemócrata a la europea de manual. Su paradigma ideológico no es precisamente el funcionamiento cívico de las democracias liberales europeas, basado en la confianza mutua del gobierno y la oposición en lo que a legitimidad democrática se refiere, amen de la salvaguarda del Estado derecho. Por lo mismo que condenó al PP al infierno fachita atándolo al diablo VOX y por lo mismo que cogió al vuelo el cernícalo VOX para teatralizar la pesadilla de la España casposa y de Torquemada, Sanchez va a seguir poniendo a prueba la “legitimidad” democrática del PP. Lo que no sea apoyo o aceptación de lo que le interese será muestra de hipocresía y de su connivencia vergonzante con VOX.

Ante la lupa inquisitorial del tribunal de la verdad socialista podemita va a pender sobre la cabeza de Casado permanentemente la espada de Damocles de haber escenificado un paripé para poder volver a las andadas, es decir atarse a VOX. Es triste pensarlo pero, más que instalarse en el Limbo, Casado va a sentar cátedra en el Manicomio público, o como se llame ahora, y de paso va a arrastrar a VOX a su vera para escenificar el guiñol mediático que se nos viene encima.

 O quizás tenga razón y la catástrofe que viene será un Tsunami del que los Diarcas monclovitas no se van a poder librar por muchas que sean sus ponzoñas y embrujos. Ojala que no se produzca ese tsunami, pero, de producirse, que la Providencia dé la razón a Casado y a su equipo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario