sábado, 6 de julio de 2013

REVELACIONES II



Los hay sutiles, en una tertulian discutían quien tenía más tragaderas ante la corrupción de los suyos, si los votantes de izquierda o los votantes del PP.


¿Amenazado el bipartidismo?
En España hay dos posibilidades para que haya decencia política. La una es que los dos grandes patrones se arrepientan y se regeneren. La derecha tiene que purificarse de la corrupción y del caciquismo autonómico. La izquierda además de eso tiene que airear sus ideas,  curar especialmente sus patologías nacionalistas, contar con la realidad de verdad  y no sólo tacticamente. Por desgracia en España creemos que entonces la izquierda dejaría de ser izquierda.
La otra  es que los partidos alternativos sean más poderosos y decisivos, a modo de acicate, y que además tengan algo que decir y sobre todo que tengan claro lo que quieren cambiar. No bastan los buenos propósitis, al ritmo que vamos cuando se toca poder estos no duran ni cien días.
Lo primero requiere líderes lúcidos y con valor. No hay atisbo ni presentimiento de que los haya.
Lo segundo requiere además que el público crea en algo por lo que valga la pena sacrificarse. Pero ya estamos todos de vuelta.

¿Es Garzón una alternativa?.
A simple vista es un asunto de familia con IzquierdaUnida y más lejanamente con el PSOE. La primera partida: O Garzón lidera un conglomerado a cuyo servicio se pone I.U. , o Garzón se pone al servicio de IU compartiendo honores con los jefes del aparato.
De absorber a Garzón, I.U. podría legitimarse ante los indignados más escépticos y quizas morder más bocado entre los desencantados del PSOE que quieren sobre todo más caña y más madera. De fagocitar Garzón a I.U. el público adicto tendría una esperanza para su indignación,tendría su Moises al borde de la tierra prometida. ¿Pero tiene sentido que estando tan boyante IU se ponga al servicio de su estrella?.
La segunda partida se juega con el PSOE. ¿Se conformaría Garzón con la izquierda radical y aun ortodoxamente comunista?, ¿no es un personaje nacido para los más grandes horizontes?. ¿Puede llegar la descomposición del PSOE a tal grado que haya de componerselas con quien de tanto estrellato puede dejarlos estrellados para siempre?
Pero lo más importante: ¿Es Garzón una alternativa para España?. Sólo cabe una pregunta como respuesta. ¿Podría aguantar España un nuevo zapaterismo pero ya desbocado, sin escrúpulos y envalentonado?

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