jueves, 13 de noviembre de 2014

¿ANTE LO INEVITABLE?


Visto que el escándalo de los Pujol no ha provocado la reacción de la masa no independentista, ni la retracción de la masa nacionalista, y visto que Mas se ha burlado a gusto de nuestro Presidente y de todos los españoles, ¿se ve obligado Rajoy, según da a entender en su comparecencia, a preparar y a ganarse a la opinión pública ante lo que parece inevitable? Si así fuera estaríamos por lo menos pisando el suelo de la realidad.

Desde esta perspectiva el 9N, pese a todo, habría traído dos novedades esperanzadoras, que pueden tener su calado. Empiezo por el hecho de que la práctica totalidad de la opinión publicaDA y buena parte de la clase política ya empieza a creer que la independencia va en serio y que Mas está dispuesto a todo. Ello no obsta que para algunos siga siendo “inviable”, pero cualquiera que sea el diagnóstico no son lo mismo unos bolos, tal como se pensaba, que la final al todo por el todo que se está jugando de verdad. Quisiera pensar que, en consonancia con ello, la intervención de Rajoy tiene de inédito la pretensión de disputar la opinión pública a los nacionalistas, entrando en el terreno de la propaganda y la contrapropaganda, como se suele decir, “haciendo pedagogía”. Está por ver que la opinión pública empiece a reaccionar y a sacudirse la orfandad ideológica en la que se ha visto sumida, tanto en Cataluña como en el resto de España. Es de esperar al menos que el “aquí no pasa nada” y el “que hagan lo que quieran, que me dejen en paz” pase a mejor vida. Pero es de temer también que el PSOE siga poniendo sordina responsabilizando al “inmovilismo” del gobierno. Curiosamente da la impresión de que, presa de su vacua equidistancia, la izquierda prefiere no enterarse de lo que amenaza a todos y de la amenaza que se cierne sobre ella en particular, de triunfar el independentismo. Igual sería necesario que Rajoy intentara desmantelar la coartada federalista del PSOE, forzándolo a que concretara sus ofertas de reforma constitucional, y comprometiéndose a aceptar las que salvaguarden nuestra libertad e igualdad. Porque es preciso que los partidos nacionales, entre los que incluyo al PSOE, vean allanado el camino para disputar la opinión pública al nacionalismo y para contar con el apoyo de la ciudadanía en vistas a las medidas que tarde o temprano probablemente serán preciso tomar en defensa de la Constitución y la unidad de España. En todo caso mientras no se lleve el debate a la opinión pública en los términos reales en los que el problema está planteado, los nacionalistas seguirán llevando la iniciativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario