¿Se arremanga Rajoy para recuperar el
tiempo perdido?
Todos sabemos que sin la movilización
de la Cataluña no independentista será imposible evitar lo
inevitable, pero el pulso continúa muy bajo, máxime con el
cortocircuito del PSC-PSOE. La incógnita es Podemos. Creo que está
a la espera de ver como sienta en el resto de España el Procés, una
vez que los españoles tomen en serio la posibilidad de la secesión.
Sólo y en carne viva Rajoy tiene que
decidir el norte de su discurso. O movilizar a la opinión pública
para que lo respalde cuando llegue lo inevitable, o ejercitarse en el
Nirvana a la espera de que los nacionalistas “se cuezan en su
propia salsa”, como dice Leguina. Creo que no lo tiene claro, pero
ya descarta su mantra favorito, que comparte con la mayoría de
españoles: que “alguien” dentro de Cataluña parará los
pies a los que han enloquecido y que el seny retornará por sí
mismo. No sólo avala esta desazón la rebeldía manifiesta de Mas,
sino también la indiferencia con que la sociedad catalana ha
reaccionado públicamente ante el escándalo Pujol. Los
nacionalistas, es decir “los suyos”, porque no admiten
“injerencias”, ni perturbaciones que “distraigan” el Procés;
los pro-España, porque están paralizados, confundidos y carecen de
canales. Con todo me temo que la estrategia no es sólo como frenar
el desenlace fatal, sino qué hacer si tiene lugar. Es obvio que el
discurso depende a fin de cuentas de que se resuelva esa incógnita,
porque enfrente tienen muy claro lo que van a hacer. Pero la eficacia
del discurso va a depender también del valor del mismo. Por ahora el
“aquí no pasa nada”, “esto no va a ninguna parte” se ha
interpretado en Cataluña por los ciudadanos pro-españa como: “no
hay nada que hacer”, “sálvese quien pueda”; y en el resto de
España como: “vaya tabarra”, “que nos dejen en paz”...
Pero todo va muy deprisa y en el
horizonte se perfila “Posemos”, por ahora como convergencia de
gobierno. Aunque el PSOE le pone imaginación y espera que todo
quede en PSOEmos ¿Es posible imaginar mas leña y combustible en el
fuego si esta “convergencia” de izquierda coincide con el
desenlace del Procés? Siendo esto previsible, el PP se equivocaría
si espera réditos de agitar este “fantasma”. Quizás para
evitarlo o menguarlo fuera lo mejor tratar de desactivar el discurso
del PSOE, tan viscoso respecto a Cataluña y tan confortable respecto
a Podemos.
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