domingo, 30 de noviembre de 2014

RAJOY EN CATALUÑA


¿Se arremanga Rajoy para recuperar el tiempo perdido?
Todos sabemos que sin la movilización de la Cataluña no independentista será imposible evitar lo inevitable, pero el pulso continúa muy bajo, máxime con el cortocircuito del PSC-PSOE. La incógnita es Podemos. Creo que está a la espera de ver como sienta en el resto de España el Procés, una vez que los españoles tomen en serio la posibilidad de la secesión.
Sólo y en carne viva Rajoy tiene que decidir el norte de su discurso. O movilizar a la opinión pública para que lo respalde cuando llegue lo inevitable, o ejercitarse en el Nirvana a la espera de que los nacionalistas “se cuezan en su propia salsa”, como dice Leguina. Creo que no lo tiene claro, pero ya descarta su mantra favorito, que comparte con la mayoría de españoles: que “alguien” dentro de Cataluña parará los pies a los que han enloquecido y que el seny retornará por sí mismo. No sólo avala esta desazón la rebeldía manifiesta de Mas, sino también la indiferencia con que la sociedad catalana ha reaccionado públicamente ante el escándalo Pujol. Los nacionalistas, es decir “los suyos”, porque no admiten “injerencias”, ni perturbaciones que “distraigan” el Procés; los pro-España, porque están paralizados, confundidos y carecen de canales. Con todo me temo que la estrategia no es sólo como frenar el desenlace fatal, sino qué hacer si tiene lugar. Es obvio que el discurso depende a fin de cuentas de que se resuelva esa incógnita, porque enfrente tienen muy claro lo que van a hacer. Pero la eficacia del discurso va a depender también del valor del mismo. Por ahora el “aquí no pasa nada”, “esto no va a ninguna parte” se ha interpretado en Cataluña por los ciudadanos pro-españa como: “no hay nada que hacer”, “sálvese quien pueda”; y en el resto de España como: “vaya tabarra”, “que nos dejen en paz”...
Pero todo va muy deprisa y en el horizonte se perfila “Posemos”, por ahora como convergencia de gobierno. Aunque el PSOE le pone imaginación y espera que todo quede en PSOEmos ¿Es posible imaginar mas leña y combustible en el fuego si esta “convergencia” de izquierda coincide con el desenlace del Procés? Siendo esto previsible, el PP se equivocaría si espera réditos de agitar este “fantasma”. Quizás para evitarlo o menguarlo fuera lo mejor tratar de desactivar el discurso del PSOE, tan viscoso respecto a Cataluña y tan confortable respecto a Podemos.

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