viernes, 24 de marzo de 2023

LA ESCUCHANCIA Y LA CONSIGNANCIA

 

*La pasarela Fashion de Magariños se reserva a la “escuchancia” guay. Para el público llano queda el honor de la escucha debida al Consigna de Ministros y a los ministrines consignados. Se ha de escuchar especialmente con el respeto debido al Consignado de Chi Yin Pin. ¿Guardará el respeto y la escucha debida Zelensky si es el caso, ese tipo tan raro que nos ha salido y que igual no se chupa el dedo, si es el caso?


(¿Qué habrá visto el dueño del quizá todavía Profundo Oriente en la cabeza becerril de la España vacua?)


*Por colaborar y ponerse uno a tono con el signo de los tiempos:

¿no podría aprovechar la Fashion en su “escuchamiento” la aportación que haría ese catalán, y por supuesto español universal, que porta con honor todas la medallas posibles como consignado difusor mundial de la felicidad aclamadora de Corea del Norte y del sacrificio inconmensurable que dar tanta dicha le cuesta a su gran líder?


Una modesta perfomance coreográfica, en la que debe ser experto conocedor por experiencia debida, además de entretener, puede servir para que aprendamos a practicar las habilidades que nos esperan si los designios de la escuchancia y la consignancia se cumplen al final. En lugar de la tediosa y veces atravesada sociedad civil podemos conseguir una sociedad coreográfica bien disciplinada y hermanada. No muy rumbosa y sin gracia pero con perfecta alegría figurativa. Y bien feliz por supuesto. 

Que ya nos hacía falta ¿verdad camaradas de Camaradas? 

Será muy guay y divertido para todos, la justa reeducación por medio, por supuesto. Que la reeducación es la madre de la costumbre. Para gloria de la pedagogía fraternosa.


Porque no será dificil contactar con este y demás camaradas, si por un casual consta en las agendas acreditadas(?). De pedírselo bien que animaría y enseñaría. Sin perjuicio de un préstamo, ¿a fondo perdido?, de las orejas y orejeras que sean necesarias,<pues como todo derecho lleva consigo un deber, toda oreja lleva consigo una orejera> para el bien de la causa escuchante. La causa de la “La vida de los otros”, en la que la escucha fraterna camaraderil está bien aguzada y no menos el silencio agradecido de las gentes llanas. Como sin ir tan lejos lo demuestra el éxito de los ensayos históricos en el laboratorio del País Vasco sobre la buena escucha y el correcto silencio.

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