viernes, 5 de junio de 2015

EL MAGISTERIO DE LA SEÑORA CARMENA


Que la Sra. Carmena se declare ajena a Podemos, debe ser porque todavía a estos cachorros de la revolución les falta la formación debida que requiere un asunto tan serio. Vamos, que aún hay clases. No es que dicha Sra. sea una intelectual consumada ni una profesional de las fuentes marxistas, pero algo le queda del bachillerato, que, según se dice, eso es la cultura. Así lo demuestra cuando reivindica su política “habitacional” recurriendo a la venerable doctrina marxista de que en los bienes hay que atenerse a su “valor de uso” y no a su “valor de cambio”. Que no otro es el Sancta Santorum del socialismo fetén. Pues el socialismo que se precie no sería otra cosa que erradicar de las relaciones sociales el valor de cambio y devolverle a los bienes su exclusivo valor de uso. Ya lo decía Marx “de a cada uno según su trabajo, a cada uno según sus necesidades”. Vamos, erradicar de paso el beneficio y la especulación y todo motivo de los egoísmo y vicios humanos. Seguramente que esto no tiene por qué significar la vuelta al trueque, que si es complicado hacerlo en una sociedad de cuarenta millones como la nuestra, más lo tiene que ser aplicarlo al orbe mundial de no sé cuantos miles de millones. Tampoco sería lo más acertado a estas alturas la receta de las Comunas y Falansterios socialanarquistas del XIX consistente en tener almacenes donde se dejaba la producción para que luego cada uno cogiese lo que le apeteciese o necesitase. Seguramente llenaríamos todo de almacenes vacíos. Así que lo mejor debe ser lo más ortodoxo y de sentido común, que el Estado distribuya los bienes y nos atienda según nuestras necesidades verdaderas, que para eso ha de saber lo suficiente. A la vez nos ayudaría a probar el ascetismo y la mística, que tanto hedonismo consumista no trae más que discordia y stress. Aunque claro sin hacer de momento propaganda de estas soluciones, pues muchos se asustan y entre los seguidores impera más el instinto anarcoide que el que lleva a la ortodoxia comunista. Dejando esto aparte, la Sra Carmena debe pensar, con cierta razón, que los más ilustres dirigentes y pensadores podemitas desconocen estos elementales fundamentos científicos que rigen la humanidad y no aprecian el marxismo en su esencia, es decir como sólida y acrisolada ciencia económica. Por las trazas el marxismo de estos se reduce a la versión del “materialismo histórico” que ofrece Juego de Tronos. Algo así como el arte de aprovecharse de la lucha de clases. Por eso la alcaldía no sólo puede ser la ocasión para hacer de Madrid una gran corrala permanente y para convertir a los madrileños en los recios hidalgos de los tiempos del Buscón, sino también para educar en los fundamentos científicos de la ortodoxia a los más concienciados, sin lo que los grandes sueños y estrategias se quedan luego en burbujas de guateque. Que la LOGSE ha tenido y tiene la virtud de liberar a todos del penoso oficio de tener que aprender algo, pero eso tiene algún inconveniente. Vendría bien, es una modesta sugerencia, empezar por sólidos y sencillos manuales como “Trabajo, asalariado y Capital”, “Salario, precio y ganancia”, “Del socialismo utópico al socialismo científico” (esta de Engels)...e incluso para los más preparados el “Anti Duhring” de Engels.sin caer eso sí en la tentación de otros como “El libro rojo” Mao que resulta enigmático de tan simple y se puede colar algo de Confucio. Y todo en la utopía de atreverse algún día con el El Capital, para poderse morir en paz y con la sabiduría consumada.
Por lo que se refiere a que cada país tiene derecho a establecer el territorio con el que quiere, no la veo tan profético-visionaria como para pensar que se está refiriendo al derecho de por ejemplo de Cataluña de ampliarse hacia el País Valenciá, les Illes, o incluso si alguna vez se tercia al Roselló y la Cerdanya. Que ni imaginación, ni formación debe sobrarle en lo que a la “cuestión territorial” se refiere. Debe pensar más bien en las recetas que empezó a elaborar el PSUC bajo capa de “Eurocomunismo” y que no eran más que poner a la izquierda al servicio de la burguesía nacionalista catalana. Eso es lo que quedó incluso en los  izquierdosos más alejados de la política activa.Eso y la "ultraliberal" doctrina leninista stalinista del derecho a la autodeterminación de los pueblos, que con tanto celo aplicaron en la URSS. No extraña que a continuación de otorgar tanto derecho Carmena invoque el federalismo como el fetiche que a todos, incluso a los díscolos, dejará estupefactos y complacidos.

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