lunes, 1 de junio de 2020

CAYETANA


           Fue un combate en desigualdad de condiciones. Pablenin ataca parapetado desde una posición favorable, la que otorga el resentimiento histórico de gran parte del pueblo contra “la nobleza”. Cayetana contraatacó a cuerpo descubierto mentando algo absolutamente desconocido para la inmensa mayoría y apenas sospechado por los más enterados. Compensó el desconcierto con el mérito de entreabrir a la luz la zona más oscura del antifranquismo y de alertar del parentesco político de la facción activa que anda a la vanguardia del gobierno.

            Es sólo una luciérnaga en la noche oscura de la democracia. La derecha nunca ha tomado el pulso a la izquierda, y ni tan siquiera ahora cuando esta nos devuelve a los años treinta. Se aterra ante la penumbra que tiene enfrente y se esconde bajo la presunta normalidad de una sociedad que vive en la normalidad de Occidente y tiende a pensar con esquemas decimonónicos

            A Cayetana la claridad la mueve a la indignación. Su porte está hecho más para la historia que para la ocasión. Su contundencia en la verdad supone el beneplácito de quien está en el ajo. Esto sólo se lo ha permitido la izquierda a su manera, sacando ventaja de la fe en su superioridad moral.

          Feijóo por el contrario explica y contextualiza, con el inconveniente de que está al borde de creer que sólo tiene enfrente a fanfarrones y “tigres de papel”. Como decía el maestro Juaristi esto no es un problema de dialéctica sino de análisis. La avanzadilla aguerrida en esto anda sin apenas cobertura. Los suyos parecen incapaces de comprender el vigor que puede tener la cólera vengativa amparada en la distorsión de la historia, cuando nuestra historia es tan distorsionante.

          No se puede no responder, ni dejar de poner en antecedentes y preparar al público para la ocasión. Entre otras cosas para que alguien tan valioso como Feijóo no lo fíe todo a que al ciudadano del común le resbala la insidia. Hay múltiples frentes y el del cara a cara es uno de ellos, como el del retorcimiento sibilino. Pero siempre a partir de acertar en el análisis.

        Me ha salido una metáfora bélica ¿por qué será?

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