sábado, 25 de octubre de 2014

PESADILLA FUTBOLERA


No les extrañe que el Madrid Barça me acabe de helar el corazón. ¿Seguir fiel al Barça me hace cómplice del “Procés”? Pero este problema de conciencia me lo tengo que tragar. Voy a ver el Madrid Barça con la mosca de que sea el penúltimo, o uno de los postreros, “partido del siglo”, al menos dentro de la Liga española. Se qué a los no futboleros esto les resulta indiferente y a los “ciudadanos” una exageración delirante, pero no menosprecien que para muchos, y cada vez son más, uno de los pocos motivos de unidad es el morbo de estos duelos. Lo del delirio, ojalá, pero ya veremos. Si no espabilamos, y no parece por las trazas, el debate “nacional” que seguiría a la probable proclamación de la independencia catalana, que sea esta independencia virtual o real no viene al caso, será si se admite o invita al Barça en la Liga española (o como se llame entonces). En Cataluña, por otra parte, se debe dar por descontada su continuidad y con todos los honores, de lo contrario no se entiende tanto fervor independentista, ¿o es que no se lo han pensado? Es probable,al fin y al cabo somos igualmente iberos e hispanos, lo digo por lo de Santa Barbara. En el “centro” sólo se va a creer en el peligro de la Independencia cuando se haya producido y en Cataluña se pensarán en sus consecuencias cuando sean irremediables. Por mi parte espero no cometer una frivolidad si digo que la amenaza de exclusión del Barça de la Liga española es un argumento infinitamente más disuasorio que todas las llamadas a la solidaridad, la igualdad,la libertad y el respeto a la ley, o incluso el caos económico que puede sobrevenir. Entre otras cosas porque ya están vacunados y la imaginación es libre, pero un partido de fútbol es algo muy tangible y visible.
Seguramente este debate daría lustre al otro que se vislumbra: quien es el partido responsable de la separación, si el PP o el PSOE, o lo que quede de ellos. Dicho sea de paso, es difícil comprender la lógica del discurso del PSOE sobre este particular a no ser que sea una coartada para librarse de la acusación de complicidad o pasividad, mientras que el PP parece empeñado en que no se le tilde a posteriori de provocador.
Pero volviendo a lo nuestro, tengo la impresión de que llegado el caso no serían pocos los que preferirían cambiar el nombre de la Liga, por ejemplo Liga hispano-vasco-catalana, o Liga ibérica..etc con tal de que el Barça siguiera participando.
Aunque tenga la traza del más horrible Vodevil, el Próces parece seguir el “guión trazado” casi al pie de la letra. Por muy cadáver que sea, Mas está embridándolo y amenaza resurgir tras el 9N como Ave Fenix. La demolición de CiU, que parece seguir preocupando a los más “responsables” analistas del “centro”, está descontada y la pelea parece que se centra, de seguir todo así, en quién proclamará la independencia y cuando. Ya bastantes barruntamos un futuro escenario de “doble poder”, pero incluso la mayoría de estos, llevada por el optimismo natural del ser humano, cree que el caos previsible provocará la reacción de los catalanes sensatos. De la marcha por el desierto al retorno a la patria común, bajo el canto expiador “perdona a tu pueblo señor”. Mucho suponer, cuando además la única barrera seria es la voluntad de la Sra. Merkel. ¿Alguien en su sano juicio pondría la mano en el fuego por ella?

Pero todo esto no es más que el mal sueño de un cenizo...

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